Capítulo 12: Aprende con Abbey: Uso de las sartenes.

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"Cuando el sol quiera brillar, lo dejaré brillar, sin miedo a que me ilumine a mi".

  —Tell Me It's Okay, Paramore. 


Domingo.

Me levanté porque quería levantarme, sí, quería levantarme, porque ni tenía la ventana abierta para dar la excusa de que fue la luz que se filtra por la ventana.

Quité la sábana que estaba encima de mi, y me levanté de mi cama, estiré mis brazos, y luego me levanté y caminé hasta la puerta pero luego me devolví a mi cama, me acerque a la mesa de noche y mire mi teléfono, toque el botón que tiene a un lado para encenderlo y al encenderlo lo tome y le puse la contraseña y mire en mis notificaciones que tenía dos mensajes.


Abbey, cuando puedas, quiero que vayas a mi casa.

                                                                                  07:12 AM.

Te necesito.

            07:20 AM.

                                                                                            Evan~

Eran de Evan, mire la hora y eran las 8:27 AM, oh dios, que mala amiga soy. Dejé el teléfono en la mesa de noche y fui corriendo a la habitación de Lya, la sacudí  para que se levantara y ésta se giro hacia a mí y se frotó los ojos.

—Lya, por favor hazme un favor. — me senté en la cama y ésta se sentó en posición de los indios dispuesta a escucharme.

—¿Que pasa?

—Quédate aquí unas horas, mira es complicado y largo de explicártelo, pero por favor, hazme este favor, te lo pido. — me puse en posición de súplica y ésta puso sus manos sobre las mías, yo me quité de esa posición y la abracé y esbocé una sonrisa, me separé de ella y le dije—: bien, te hago el desayuno y después llamó a algunas personas — ésta asintió y yo salí de su habitación para ir a la mía.

Tomé mi teléfono de nuevo, iba a llamar a Evan para decirle que iba en camino, pero, cierto, hoy viene mi madre, agh, dios, ¿Cómo hago?

(...)

—Y bueno, así me hice amiga de Evan. — dije poniendo el desayuno de Lya en frente de ella.  Soltó una tierna risa, miró su comida y se relamió los labios

—Bueno, se ve que es un buen chico para ti. Tiene mi bendición. — soltó otra risa pequeña y yo abrí los ojos, me senté con mi comida enfrente de mi y sonreí nerviosa, Lya pareció notarlo y le golpee el brazo levemente.

—Solo somos amigos. — dije tomando un bocado de mi desayuno y ésta tomó un sorbo de su jugo, vi que sonreía y le hice una seña de que parara—Lya, ya. — ordené para que parara y ésta dejó su jugo en la mesa y siguió comiendo.


Después de desayunar le pedí a Lya que se vistiera, fui a mi habitación rápido a hacer lo mismo, me puse una pantalón holgado y una camisa negra sin ningún tipo de dibujo o marca esta no tenía mangas, y me puse mis Converse, cepille mi cabello para que no se vea tan desarreglado, y luego de batallar con pequeños nudos quedó liso y recto, me mire al espejo y me veía bien, tomé mi teléfono y marque el numero de alguien que sé que me podría ayudar.

AbbeyWhere stories live. Discover now