Once

87 14 34
                                    

Joaquín solto un suspiro antes de comenzar su relato.

Tras irse del pueblo, sufrió, realmente sufrió, no dejaba de llorar, sentirse prácticamente incompleto. Sus primeros meses de universidad no fueron nada buenos, tras entender y superar un poco las cosas fue que dejo de llorar tanto.

Aunque eso no mejoro mucho ya que tras pasar la etapa de llanto, comenzó la etapa de intentar no pensar en Emilio. La cual termino en obsesionarse un poco con la escuela y por lo tanto con el canto.

Prácticamente no descansaba, se la pasaba estudiando y practicando todo el día, obviamente sus padres intentaron intervenir pero no lograron nada.

A como iban pasando los días, comenzaba a relajarse un poco cada vez, incluso podía recordar a Emilio sin tanto dolor, lo amaba, realmente lo amaba tanto que dolía.

Tras poco más de ocho meses, decidió que era momento de comenzar a dejarlo ir, quizá no olvidarlo ni dejar de amarlo, pero si no pensar en él tanto e intentar continuar con su vida.

Desde entonces comenzó a disfrutar su vida universitaria un poco más, comenzó a salir un poco más e incluso dejó de obsesionarse por la escuela.

Aún extrañaba a Emilio pero estaba concentrado en dejar de pensar en él y en lo que siente, estuvo varias veces tentado en irlo a buscar, pero también ignoro eso.

Así continuó su vida universitaria, en su último año de escuela, fue que conoció a Oscar, el es un año mayor que él y comenzó a trabajar con su padre. De inmediato se hicieron grandes amigos, incluso de parte de Oscar comenzó a sentir algo más.

Pará la graduación fue cuando Oscar se animo a declararse, tal como era de esperarse Joaquín lo rechazo, pero quedaron como buenos amigos.

El castaño tras su graduación concidero el regresar a Foleskelt, pero tras pensarlo mejor, sabía que no era buen momento, aun no cumplía sus sueños y eso debía esperar.

Pronto Roberto decidió retirarse de la música, por lo que ahora Oscar comenzó trabajar con Joaquín, al principio la situación fue muy incomoda pero poco a poco comenzaron a acercarse más.

Aproximadamente un mes antes de que su padre falleciera, tras una noche de tragos se besaron Oscar y el castaño. A la mañana siguiente hablaron sobre lo sucedido y Oscar fue lo suficientemente conveniente para que se animarán a intentar algo.

Joaquín tenía sus dudas, le fue imposible no pensar en el rizado, en cuanto lo habia amado, lo dice en pasado porque ya no está seguro si debia hacerlo, quizá Emilio ya habría hecho su vida, por lo que decidió aceptar la propuesta.

La noticia del noviazgo a la madre del castaño le cayó de maravilla, llevaba años deseando que su hijo se diera la oportunidad, mientras que Roberto solo le dijo "si tú eres feliz yo lo soy", ahora entendía su falta de emocion, él sabía que Emilio lo estaba esperando.

A penas estaban comenzando a entenderse cuando sucedió lo de Roberto y paso lo que todos conocemos.

Tras regresar de nuevo a la ciudad Joaquín fue a visitar a su madre comió con ella y justo cuando iba a hablar con ella Oscar llego, por lo que decidió hablar primero con él.

— Vamos a hablar al patio — pidió el castaño son una sonrisa, tras evitar que lo besaran.

— Por supuesto cariño — acepto de inmediato.

— Con lo que te voy a decir, se que me vas a odiar y tienes todo el derecho. Mientras estuve en Foleskelt, estuve con Emilio y no solo físicamente me di cuenta de lo mucho que lo amo, jamás deje de amarlo, solo enterré mis sentimientos para evitar sufrir — murmuró el castaño.

La Euforia De Enamorarse  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora