Diecisiete

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A la mañana siguiente Joaquín se levantó muy temprano, busco algo para desayunar pero no encontró nada, así que tuvo que ir al supermercado. Aprovecho aquella salida para ir a visitar a su padre, dejándole sus respectivas flores.

— Tal como te conté la última vez que vine, me fui de viaje con Emilio, realmente fue muy divertido pesque mi primer pez y déjame decirte que fue enorme.

»También visitamos una cascada que es hermosa, vez que te conté de la canción que escribí, le cante un fragmento a Emilio y me le confesé, por un momento pensé que me rechazaría pero no, me dijo que también me amaba.

»  Oficialmente estamos saliendo, te prometí contarte y aquí estoy. Realmente me emociona demasiado el volver a estar con él, esta vez planeo aprovechar la oportunidad.

»También acepto quedarse con el dinero que tu me diste, eso igual me tiene muy feliz el merecía esa ayuda, gracias por ayudarlo y cuidar de él.

»En fin prometo venir a verte y contarte lo que me pasa, como siempre lo hacía. Y también te debo mostrar mi nueva canción, pero eso será cuando la termine por completo.

»Debo irme, te extraño demasiado — susurró antes de retirarse limpiando las lagrimas que caían por sus mejillas.

Para cuando regreso se preparo ahora si de desayunar.

Al terminar decidió llamar a su madre, hacia unos días que no hablaba con ella. Debió esperar un poco a que su llamada fuera respondida.

— Hola hijo —dijo al contestar la llamada.

— Hola mamá, ¿cómo has estado? —intrigó el castaño.

— Bien me he sentido mejor, ¿qué tal te fue a ti en tu viaje a acampar? —preguntó.

— Me fue genial, el primer día fuimos a pescar, platicamos mucho y nos divertimos demasiado. El segundo día fuimos a una cascada y al regresar le cante un poco de mi nueva canción y ya sabes nos acercamos un poco más — murmuró Joaquín con una gran sonrisa.

— Me alegro hijo, ¿ya son novios? —intrigó la señora, sin querer entrar demasiado en detalles, por miedo a saber de más.

— Aun no, pero anoche me dijo que quiere intentarlo, así que estamos dándonos una oportunidad — dijo el castaño bastante emocionado.

— Me alegro peor ti hijo, pero debo irme, saldré con tu tía te veo luego — murmuró la señora, colgando la llamada de inmediato, sin darle la oportunidad de responder a su hijo.

— ¿Te veo luego? —susurró el castaño bastante confundido.

Joaquín negó suavemente lo que menos  quiere es hacerse ideas erróneas. Continuó con su día, más tarde tuvo que hablar con su manager para arreglar algunos asuntos y también habló con su equipo de grabación para enviarles la nueva canción para que prepararén la música.

Cuando estaba terminando de comer, fue que recibió un mensaje de Emilio, preguntándole si podrían adelantar la cita a las cinco de la tarde para primero ir a comer algo y después al bar, de inmediato acepto.

Tras aquel cambio de planes, debió apurarse, se metió a bañarse para poder arreglarse, esta vez decidió maquillarse un poco, normalmente no se maquilla, pero este día decidió colocarse un poco de rubor y un bálsamo en los labios, además de un poco de corrector.

Pará cuando terminó, fue por una chaqueta antes de bajar a la planta baja, a esperar a que llegarán por él, afortunadamente solo tuvo que esperar unos minutos para que el timbre se escuchara. De inmediato abrió, lanzándose al rizado quien lo abrazo de la cintura con una sonrisa.

La Euforia De Enamorarse  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora