La Euforia De Enamorarse

Doce

A la mañana siguiente Emilio se despertó muy temprano decidió ver los pendientes del taller, al menos hasta que le dio hambre y decidió ir a Boss, normalmente se cocinaba algo pero en esta ocasión tenía ganas de una malteada chocolate justo de ese lugar.

Al llegar se sorprendió demasiado a ver a todos reunidos, Valery, Alan, Jonathan y Danae, de inmediato se acercó a saludarlos.

— ¿Qué tal te fue anoche? —intrigó Valery, algo nerviosa.

— Bien — respondió simplemente, sabe perfectamente que le está preguntado sobre el castaño y él— ¿Qué tal te fue en la subasta? ¿Juntaste lo planeado? —intrigó sentándose frente a la mesa.

— Se junto aun más de lo planeado, fue un éxito, hoy en la mañana están terminado de entregar todo, una vez que se confirmó los pagos — dijo la joven — ¿Qué deseas que te traiga?

— Me alegro. Una malteada de chocolate con un desayuno por favor —pidió con una sonrisa, regresando a platicar con el resto de sus compañeros.

Passron un rato más platicando entre los cinco en lo que esperaban su desayuno.

— Te vez más feliz Emilio —susurró Alan, los últimos días el mencionado tenia una cara de sufrimiento que daba realmente pena— Me alegra verte así.

— Digamos que arregle mucha cosas que me mortificaban —dijo el rizado cometiendo una mirada cómplice con Valery, quien estaba por decir algo al menos hasta que alguien entró.

Los cinco jóvenes de inmediato voltearon, sorprendiéndose al ver a Joaquín entrando, esté miró por unos segundos al rizado quien le sonrió suavemente.

— Tal parece que esta es una reunión de exalumnos, pasa Joaquín, pediré que traigan otro desayuno — murmuró Valery con una sonrisa, colocando una silla más, justo a lado de Emilio.

— Gracias — susurró el ojimiel sentándose en el lugar— Hola a todos, no pensé encontrarlos, solo quería algo de desayunar.

— Nos reunimos para hablar algunas cosas de la fundación, en el evento de ayer se recaudo más de lo esperado, gracias por haber venido —dijo Jonathan, el castaño simplemente asintió sonriendo— Después Emilio se nos unió y comenzamos a platicar.

En ese momento Valery llego acompañada de una de las empleadas del lugar, para dar cada uno de los desayunos, sentándose también frente a la mesa.

Los jóvenes sin más comenzaron a desayunar, mientras platicaban un poco del evento de anoche, aunque en cierto punto empezaron a hablar de su etapa universitaria.

— Ya que hablamos de la preparatoria, yo tengo una duda desde hace años —dijo Danae, haciendo una pequeña pausa para llamar la atención de todos— ¿Ustedes dos tenían algo? ¿Verdad? —intrigó señalando a Joaquín y al rizado, quienes se miraron entre ellos bastante confundidos.

— ¿Nosotros? —preguntó Emilio señalando al castaño.

— Obvio que ustedes dos — respondió de inmediato la joven.

Joaquín miró de nuevo al rizado, preguntando con la mirada si podían decirles la verdad, esté simplemente se encogió de hombros. Estaba por responder cuando Alan hablo.

— Por supuesto que traían algo, siempre que estaban en el mismo lugar, se sentía una tensión sexual — dijo el Joven.

— ¿Tensión sexual? —intrigó el ojimiel sin poder creerlo.

— La tensión sexual no implica que tuvieran algo, quizá solo querían tener algo —defendió Jonathan— Espera ¿Emilio es gay?

— Todos sabemos que Emilio es gay, se le notaba desde la secundaria— dijo Valery.