Ocean love ✧ kooktae

Capítulo 5

Taehyung:

Me alejé de él cuanto antes, sintiendo mi respiración fugarse violentamente de mi boca, y mis piernas tambalearse de nervios.

Dios...casi me caigo al agua, habría sido una terrible vergüenza, algo peor que eso. Afortunadamente ese idiota me sostuvo y no me caí ¡pero eso fue aún peor! Porque caí encima de él ¡y por poco...!

Juro que nuestras narices estuvieron a punto de rozarse, y él se me quedó viendo de una forma muy extraña.

—Jimin, llévalo a su habitación— Dijo él, luciendo desorientado, confundido y algo molesto.

—Sí, capitán— El vice capitan se me acercó.

—Emperador Kim, lo llevaré a su habitación. Sígame.

No dije nada, no me salió decir algo, solo asentí con la cabeza y me dediqué a seguirlo.

Apenas comencé a caminar, no pude evitar voltear a ver a Jeon, él ya estaba mirando hacia el mar, con sus manos en sus caderas, luciendo extremadamente serio.

Enseguida devolví mi vista hacia delante, y acomodé los cabellos que lograron escapar de mi sombrero cuando me caí.

Jungkook:

Un momento después de que ellos se fueran, me adentré también, en dirección a mi camarote. Apenas entré me dejé caer en mi sillón y suspiré profundamente.

Mi mirada se fue perdiendo vagamente en la lámpara encendida sobre la mesa, mientras siento mi mente divagar en otro lado.

—Emperador Kim...— Murmuré en medio del silencio, pensando en él, en lo que será viajar junto a él y enseñarle a valerse por sí mismo.

Sé que será difícil, pero estoy dispuesto a hacerlo solo por su padre, que debe estarse retorciendo en su tumba de nomas ver lo incompetente que es su heredero.

—Pero bueno...— Me recosté en el sillón, ahora con mis ojos mirando el techo.

Quiero dormir. No he podido dormir bien estos días, simplemente me quedo mirando a la nada y el sueño nunca llega, lo único que llegan son pensamientos, historias que se crean en mi cabeza y a veces no tienen ni el más mínimo sentido.

—Como anoche...

Anoche no paré de pensar en ese molesto Emperador caprichoso, y no lo sé...me puse a imaginar su sonrisa. Y es que, un tipo como él ¿sonriendo? Parece imposible, pero pues me pasé largos minutos imaginándolo, y al final el que terminó sonriendo fui yo.

Al final me imaginé una sonrisa linda.

—Como su cara de...niño idiota— Me removí incómodo en el sillón.

Kim tiene una cara bonita, aunque sea un completo insoportable, no puedo negar que tiene una cara linda, lo digo porque...no sé, en toda mi vida nunca había visto una cara tan bonita como la suya, si ni siquiera en una mujer.

Y cada vez que lo veo recuerdo las historias que los amigos de mi padre solían contar cuando era niño. Sobre las sirenas.

Las describían como criaturas surrealistas que hechizaban a todo navegante con quién se topaban, usando su indescriptible belleza y dulzura.

Okey es suficiente, dejaré de pensar en ese tipo.

Taehyung:

—Bueno, entonces...recuerde que si necesita alguna cosa, me pude en llamar ¿si?— Este chico aparenta ser amable y cree que no me doy cuenta. Podría notar a kilómetros lo mal que le caigo.

—Sí, está bien— Asentí con la cabeza. Me sonrió.

—De acuerdo, entonces buenas noches, Emperador Kim. Espero que su estadía en nuestro barco sea de su agrado— Hizo una rápido reverencia y sin más se fue.

Todo sucumbió en silencio. Mordí fuertemente mi labio, mirando a mis alrededores.

—No quiero estar aquí, n-no quiero— Dejé todas mis cosas y me lancé a la cama, procurando ser lo más silencioso posible aunque sea imposible, porque mis sollozos no me dejan en paz. Siempre es la misma mierda.

Me quité mi sombrero bruscamente y lo tiré lo más lejos posible. Mi cabello cayó sobre toda mi espalda. Me sentí refugiado. 

—No estoy listo, n-no estoy listo para esto...— Recogí mis piernas junto a mi pecho y las abracé muy fuerte.

Todo estará bien, todo va a estar bien mañana, así que debo mantener la calma.