Kim Taehyung es un joven pirata de 18 años, reconocido por heredar la tripulación y todo el legado de poder de su difunto padre. Jeon Jungkook, apodado por la gente "Príncipe de la nueva era" es conocido por sus hazañas y gran liderazgo a la edad de...
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Taehyung:
—Eres tan lindo...— Susurró sobre mi cuello con un tono dócil y mimoso, haciéndome estremecer con el caliente soplido de su aliento, con sus labios lamiendo y besando mi piel en todo ese lugar. Dios, me pregunto si mi piel luce rojiza ahora— Eres tan suave y bonito, mi amor.
Su mano izquierda se deslizó suavemente por mis muslos internos, dándome caricias y pequeños apretones, usando sus dedos para delinearme con mucha suavidad, como un pincel sobre su lienzo. Pero luego empezó a tocarme con un poquito más de intensidad, lo sentí como una ráfaga en mi pecho dispersándose por todo mi cuerpo.
—¿Qué pasa? ¿por qué reprimes tus gemidos?— Sus labios regresaron a mi boca con desespero, y su cuerpo se inclinó totalmente sobre el mío. Mi cara ya no puede estar más sonrojada.
—Es vergonzoso, Kook. No q-quiero que te moleste, no quiero ser ruidoso o a-algo así.
—Mi amor ¿puedo confesarte algo?— Se reclinó sobre mi oreja y murmuró casi inaudible.
—¿Q-qué cosa?
—Quiero escucharte gemir toda la bendita noche, quiero tus gemidos en mi boca, que toda la habitación se llene de tus gemidos, porque no sabes cómo me pone oírte gemir— Tomó distancia luego de varios besos húmedos y pequeños mordiscos, para bajar ansiosamente sobre mi pecho.
—Jungkook, tú de verdad no tienes vergüenza de n-nada— Él sonrió negando con la cabeza. Su cabellera ya estaba bastante despeinada y algunas gotitas de sudor descendían por los laterales de su rostro. Se veía tan bien— Y Kook...t-tú estás muy cerca de mi...ya sabes.
—No sé, explícame, bebé.
—¡Sí sabes! estás rozándome allí...y me da pena.
—La verdad no sé de qué hablas, mi vida— Se rió genuinamente, y sus besos continuaron bajando sobre mi torso, recorriendo cada milímetro a su paso, sin importar las cicatrices en el camino. Él simplemente me besó como si me piel estuviera limpia de toda marca, me hizo sentirlo de esa manera.
Pronto llegó a esa zona, me dio muchísima más pena de la que ya tenía porque noté sus intenciones de continuar con el recorrido de besos y por supuesto intenté mantener la calma, dejarme llevar por el momento, pero no pude hacerlo, me puse demasiado nervioso y toda mi piel se erizó en alerta de cualquier roce. Jungkook, como siempre, fue dulce conmigo y regresó a darme besitos en las mejillas, dijo que estaba bien sentirme así, y que respetaría cualquier decisión mía, refiriéndose a que podíamos parar si yo lo deseaba. Pero desde que empezamos...esa opción no estaba en mis planes, así que cuando ya me sentí listo para seguir, él continuó bajando.
