Kim Taehyung es un joven pirata de 18 años, reconocido por heredar la tripulación y todo el legado de poder de su difunto padre. Jeon Jungkook, apodado por la gente "Príncipe de la nueva era" es conocido por sus hazañas y gran liderazgo a la edad de...
—¡¿Cómo que nos quedamos encerrados?!— Intenté jalar la puerta otra vez, pero definitivamente no se puede ¡no se puede! Se siente como si estuviera bloqueada del otro lado— Oh, mierda...
¡¿Por qué me tuvo que pasar esto a mí?!
—Deja de intentarlo, no se abrirá a menos que la abran desde afuera— Él solo se encogió de hombros desinteresado y fue directo a las mesas.
En eso me fijé que una mesa en especifico luce diferente a todas las demás. En ella hay comida para dos, y está decorada con un mantel bonito.
—¡Oye!— Lo seguí de inmediato hasta allí. Se sentó muy tranquilo en una de las sillas y empezó a comer como si nada grave estuviera pasando— ¿No harás nada? ¿no llamarás a alguien para que nos ayude? ¿cómo puedes tener hambre en un momento como este?
—Estás exagerando, Emperador. ¿Tanto te molesta quedarte aquí conmigo?— Volteó a verme con sus cejas levantadas de forma arrogante— ¿Por qué no te distraes comiendo también? ya vendrán a ayudarnos, no te preocupes.
—No q-quiero...— Regresé a la puerta a seguir intentando abrirla, aunque en el fondo siento que solo estoy gastando fuerzas en vano. No sé porqué lo hago, no sé porqué me esfuerzo por alejarme de él, por mantenerme lo más lejos posible, y evitar sentirme así...avergonzado, nervioso, intimidado, ansioso, como un completo tonto, tan...necesitado de su cercanía.
No sé qué sucede conmigo...pero necesito dejar de sentirme así cuanto antes. Me hace sentir que estoy fuera de mí.
—Ahh...— Paré de intentarlo, es patético seguirlo haciendo— Maldita sea.
Fui a sentarme en la silla de una mesa muy alejada de la suya, y pensé...tal vez sí estoy exagerando.
—Pero es que...— Lo miro y no me parece correcto sentir la necesidad de ir con él, de estar cerca suyo, de pasar tiempo con él, como si deseara conocerlo más. No está bien...porque yo lo odio, lo detesto desde el primer día, y no puedo soportarlo desde entonces, solo lo aguanto porque no me queda de otra.
Además él también me odia, lo sé. Cuando nos conocimos dijo "yo dudo que seas un hombre de verdad", hizo presión en mi pecho para hacerme faltar el aire, me dijo que no colmara su paciencia, y me miraba con lastima. Sé que él tenía sus razones para hacer todo eso pero...igual me hizo sentir muy mal, y aunque su trato en estos últimos días ha mejorado, es evidente que no me soporta, y que probablemente se arrepienta de haberme invitado a viajar con él.
Todas las personas que conozco me detestan, soy muy consiente de eso. En ocasiones he tratado de acoplarme a las situaciones para no ser odiado...pero no puedo, siempre termino reaccionando de una forma que fastidia o hiere a la gente, y yo...normalmente no siento remordimiento por eso, pero con él...
A él no quiero lastimarlo...
—¿Qué tanto me ves?— Escuché su voz de repente y casi se me va el alma del cuerpo. Inmediatamente corrí la mirada, sintiendo mi corazón ponerse a pulsar como loco.
Dios, no me di cuenta de que me había quedado viéndolo ¡qué vergüenza!
—¿Estás bien?— Vi de reojo como se levantó de su silla y empezó a acercarse a mí. Sentí que mi mente decía "no, no te acerques" pero algo más no paraba de decir "sí, acércate", y cuando se sentó a mi lado, inevitablemente me sentí satisfecho— Ten, era la más bonita— Me dio una fresa.
—Am...g-gracias— Acepté la fresa, pero no me la comí porque me dio pena; es que mis mejillas están poniéndose calientes ¡en contra de mi voluntad!— Ya puedes regresar a tu silla.
—Estoy mejor aquí contigo— Dijo sonriente, relajándose en su asiento tranquilamente. ¿Por qué él no huye de mí como todos? ¿por qué simplemente no me deja en paz?— No sé porqué me da la impresión de que quieres evitarme.
—¿Qué? ¡e-eso no es cierto!— Me comí la fresa para distraerme y no fijarme en el molesto calor intensificándose en mi cara. ¡Esto es de lo que hablo! ¡no me gusta sentirme así!— Ya me voy-
—¿A dónde? si estamos encerrados.
—Bueno...¡voy a comerme tu desayuno!— Me levanté muy molesto y fui rápido a la mesa con la comida.
Realmente me sigue pareciendo muy extraño que haya una mesa para dos persona, que luzca tan arreglada, como algo romántico, y que justamente estemos los dos encerrados aquí. Pero bueno...él dijo que no me llamó.
—¿Pero por qué huyes?— Lo sentí seguirme entre risas. ¡Ahh, me pone nervioso! es demasiado molestoso.
—No huyo, s-solo me dio hambre— Me senté frente a su silla, él hizo lo mismo. Por supuesto evadí su mirada a pesar de que sentí observado.
—Está bien, ¿qué te parece si hablamos de la alianza? no hemos hablado de eso desde que nos conocimos.
Oh...me había olvidado de la alianza por completo, y fue por eso que nos conocimos.
Quisiera saber en dónde tengo mi cabeza estos últimos días.
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Jungkook:
—Sí...está bien— Susurró encogiéndose de hombros.
—Bueno, como ya te lo había dicho llegaremos a tierra firme en dos noches, ahí compraremos información de Teach en los bares y zonas piratas, porque sabemos que hace poco navegó por esta misma ruta y se estableció en la costa. Además, por lo que sé, él y su tripulación suelen quedarse durante todo el mes de carneo, así que cuando lleguemos cabe la posibilidad de que sigan ahí, pero no es muy probable ya que la temporada termina mañana.
—Yo a-aún no sé pelear...— Hizo un inconsciente puchero de angustia, mirando vagamente la comida en su plato.
—Oh vamos no te preocupes por eso, que Teach esté cerca de nosotros no significa que vayamos a enfrentarlo justo ahora, esto necesita tiempo, además necesitamos volver por tu tripulación, probablemente lo hagamos como por iunius y quintilis.
—Eso significa que...¿pasaremos mucho tiempo juntos?— Me miró con unos bonitos ojos impacientes.
Lo intenté, juro que intenté ignorar lo malditamente precioso que es y concentrarme solo en el asunto, pero es imposible.
—Sí...significa que pasaremos mucho tiempo juntos. ¿Te molesta?— Nos miramos fijamente a los ojos, y esta vez no esquivó su mirada al instante.
—Sí, me molesta— Dijo de repente con suma simpleza. Me metí un trozo de pan para ahogar mis penas en la comida. La verdad me esperaba que dijera algo como eso, pero igualmente me dolió—Pero no me molesta m-mucho...
Me atoré, ¡me atoré por eso! y él sonrió punto de reírse.
¿Él sonrió...?
—¿Estás bien?— Me preguntó con esa sonrisa...tan hermosa.
Así que así se ve sonriendo...
—Sí, lo siento— Me late el corazón como si fuera a explotar. ¿Qué es esto que siento?— Oye...¿te digo algo?
Tomó un poco de su jugo, lo noté ponerse muy tímido, pero no apartó sus ojos de mí.
—¿Q-qué?— ¿Soy yo o está intentando esconderse detrás su gran vaso de jugo? es muy dulce.
