Kim Taehyung es un joven pirata de 18 años, reconocido por heredar la tripulación y todo el legado de poder de su difunto padre. Jeon Jungkook, apodado por la gente "Príncipe de la nueva era" es conocido por sus hazañas y gran liderazgo a la edad de...
Ya amaneció, finalmente el sol se apoderó del cielo, así que ya puedo ir a ver al Emperador. Oh mierda ¡eso no es lo que quise decir! me refería a que ya puedo ir a desayunar, y bueno lo más probable es que me encuentre con el Emperador en el comedor o en la cocina.
Ah...¿a quién quiero engañar? ¿acaso quiero engañarme a mí mismo? Porque sinceramente está siendo patético.
Lo admito, anoche no paré de pensar en él.
Y...¿cómo se supone que me sienta al respecto? Realmente no me siento cómodo con esto, porque soy consiente de todo lo que pensé anoche, aunque la verdad es que anoche no me detuve a pensar en si era correcto o no pensar en él, solo lo hice, y me dejé llevar por su recuerdo en mi cabeza.
Ahora sí me siento extraño, pero anoche no paré de pensar en que lo tuve muy cerca de mí, en que nos vimos a los ojos...y vi lo preciosos que son, también vi sus pecas, sus mechones de cabello a los costados de su rostro y parte de su frente, sus labios finos, él junto a mi pecho, él y solo él.
No me sentiría frustrado si tan solo...sintiera que no pasa nada, pero mi corazón pulsa con fuerza cuando se trata de él...
—Mierda...esto es...— Jalé mi cabello frustrado.
Es inevitable sentir que me falta algo por aclarar, algo que afrontar y decidir, y hasta no hacerlo...no podré sentirme tranquilo conmigo mismo.
Pero no sé que es...
—Ya, esto...es una mierda— Quizá solo estoy pensando de más las cosas porque me muero de hambre y cuando tengo hambre no puedo pensar claramente, así que iré a la cocina ahora mismo.
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Taehyung:
—Ou...¡no quiero! n-no, me niego, no iré— Regresé nuevamente a mi cama.
Ahh...es la séptima vez que intento ir a la puerta para salir y enfrentar cualquier cosa, pero a medio camino me tiemblan las piernas de nervios y termino regresando a mi cama. ¡Me siento más cobarde que nunca!
Siento que no puedo hacerlo, no puedo salir de aquí porque podría encontrarme con el estúpido de Jeon ¡y no estoy listo para eso!
¿Cómo podría? ¡Ahh...!
—Lo vi sin ropa...y luego escribí sobre eso...— Mi vista se perdió vagamente en el techo por largos segundos, pero sentí que inconscientemente remojé mi labio inferior, y un ligero estallar de cosquillas se sintió en mi barriga, acompañado de calor, mucho calor, un calor extraño— Hum...definitivamente no p-puedo verlo a la cara, no, n-no quiero— Cubrí mi cara de inmediato.
Me siento tan avergonzado ahora.
Es la primera vez que me siento de esta forma, y es tan extraño que...no puedo evitar alterarme y pensar mil cosas. Ni siquiera tiene sentido...
—¡Emperador! ¡El desayuno está listo!— ¡AHHHHH!
Tapé rápidamente mi boca aunque el grito haya sido mental. ¡Casi me muero de un infarto!
—A-amm...¡n-no iré!— Avisé en voz alta aunque me haya temblado terriblemente la voz. ¡Me siento tan tonto!
—¡Pero es una orden del Capitán! ¡lo solicitó urgentemente en el comedor!— ¿Qué?
¿Una orden de Jeon? ¿Por qué me solicita con urgencia? Oh Dios...¡me voy a desmayar!
—E-está bien...iré.
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Jungkook:
—Qué extraño...— Acabo de llegar al comedor pero la puerta está cerrada y no escucho absolutamente nada detrás, siendo que las voces de mis tripulantes son tan fuertes que puedo escucharlos desde mi camarote, además de que nunca se callan— Todo está en silencio.
Umm...¿será que llegué muy temprano? aunque igual es muy raro porque Jin jamás cierra la puerta con seguro.
—¡Capitán!— Jimin apareció de la nada, vino corriendo hacia mí— Hola, ¿cómo estás?— Miró a sus alrededores nervioso, como si estuviera ocultando algo, e inmediatamente sacó las llaves del comedor de su bolsillo.
—¿Por qué tienes las llaves? ¿y dónde están los demás?-
—Emm...eso no importa ahora— Abrió la puerta con notable prisa. No estoy entendiendo nada— Entra entra.
—¿Qué?— Fue a asomarse por el pasillo y volvió con una sonrisa de oreja a oreja.
—Apúrate, entra ya— Me dio un ligero empujón para hacerme entrar.
Oh, realmente no hay nadie, se siente demasiado silencioso, y la verdad me da miedo estar solo aquí, es extraño que no estén los demás.
—Un momento...— Me percaté de la mesa en el centro. Dios, tengo muchas preguntas justo ahora.
Primero ¿por qué hay una mesa en el centro del comedor?, segundo ¿por qué hay desayuno solo para dos personas?, y tercero ¿por qué parece que fuera un desayuno romántico?
De repente escuché las puertas cerrarse de golpe y enseguida volteé a ver en dicha dirección. Me hallé con él...con quién no paré de pensar en toda la noche.
—A-ahm...hola, y-ya me voy— Se dio vuelta de inmediato y empujó la puerta para salir, pero la puerta no se abrió.
—E-espera— Fui rápido hacia él. Está luchando por abrir la puerta desesperadamente— Déjame ayudarte-
—No, y-yo puedo hacerlo s-solo— Se apegó más a la puerta e intentó jalar las cerraduras con fuerza, pero fue en vano.
—Déjame hacerlo— Toqué sus manos con cuidado, pero enseguida se alejó de mí, viéndome con una expresión agitada y confusa.
—¿Por q-qué me llamaste? ¿qué era eso tan urgente que tenías para decir?— Se cruzó de brazos, encogiéndose en su sitio de forma tímida. De alguna manera empecé a sentir calentura en mis mejillas.
—¿Qué? yo no te llamé.
—¿Cómo q-que no me llamaste?, tu navegante fue a decirme que querías verme con urgencia aquí en el comedor— Suspiró frustrado. Jimin...¡Jimin! Mierda, ahora entiendo todo.
—Amm...yo no te llamé, pero...s-si quería verte— No sé cómo me salió decir eso, salió de forma...inconsciente y no me arrepiento.
—Entonces sí n-no me llamaste m-me voy, ayúdame a abrir la puerta— Volvió a forcejear la cerradura. Suspiré resignado.
—Emperador, lamento decirte esto pero...creo que nos quedamos encerrados.
