Capítulo 32

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Taehyung:

De un momento a otro Jungkook y yo empezamos a jugar a las coquillas, pero por accidente levanté muy fuerte mi rodilla en su entrepierna y las risas cesaron de golpe. ¡Juro que casi me desmayo de la vergüenza! pero Jungkook dijo que no le dolía tanto, que probablemente solo se la torcí, pero fue muy chistosa la forma en que lo dijo, así que nos reímos mucho y de la nada empezamos una guerra de almohadas.

Somos un poco extraños, pero él es más extraño.

Es tan extrañamente lindo.

—Kook nooo, mira las almohadas, ya se hicieron aguadas por tu culpa.

—¿Mi culpa? ¿quién fue el que empezó, eh? recuerdo muy bien que fue un loquito de ojos verdes-

—Kookie tú comenzaste, no mientas— Intenté verme serio, me crucé de brazos y tomé una postura firme, pero me dio mucha risa recordar nuestros minutos de batalla. Él hasta se había hecho una mini base de almohadas que destruí con un manotazo— Me atacaste con tres almohadas a la vez y tuviste la osadía de declararte ganador.

—Tú destruiste mi base sin ningún tipo de aviso, ¡te lo merecías!— Se acercó muy entusiasmado a tomarme de las manos y me dio suaves besitos en los nudillos.

Hoy caí profundamente en los encantos de su faceta salvaje, infantil y ruidosa, esa de la que tanto me quejé en un principio. Es toda una ironía.

—Hum...igualmente yo gané. Casi hasta me caes caer la cama— Lo regañé con la mirada y a cambio obtuve una sonrisa suya.

—Creo que de todos modos está cama va a terminar caída esta noche, ¿no lo crees?— Tomó las almohadas para ponerlas a un lado de la cama, casi por la esquina donde llegaba más la iluminación, y nuevamente se acercó a mi rostro, sobando mis mejillas con mucha delicadeza.

—Jungkook...¿e-eso fue un indirecta de doble sentido o algo así?

Dios, me siento tan tonto con este tipo de cosas, realmente no sé nada al respecto, nunca tuve experiencias sexuales ni siquiera conmigo mismo, porque dicen que eso es un pecado tan grave como que un hombre y una mujer tengan relaciones sexuales antes del matrimonio, aunque eso...no es nada comparado a la gravedad de copular con otro hombre, que es lo que estoy a punto de hacer...

Oh definitivamente tengo un lugar asegurado en el infierno, pero al carajo, al carajo todo eso. Quiero empezar a vivir sin sentir culpa por cada mínima cosa que haga, solo quiero disfrutar...y ser feliz, y esta noche quiero ser feliz teniendo sexo con el hombre más hermoso que he visto y veré en toda mi vida. Me vale un carajo todo lo demás.

—Sí, fue una indirecta de doble sentido— Estiró una coqueta sonrisa, acercándose a mi boca para darme fugaces besitos.

—¡J-Jungkook! eres un descarado, ¿cómo puedes decir esas cosas? ¿cómo es q-que puedes ser así?

—¿Así cómo? ¿así de guapo?

—Sí, pero no pienses que me agradas, guapo— Se rió avergonzado y luego ya no pudo dejar de sonreír. Me puso tan feliz verlo así.

Todas las velas de la habitación ya están apagadas, pero la luz de la luna está presente, tan bonita y resplandeciente, iluminando gran parte de la cama, como si estuviera trepando sobre las sábanas hasta llegar a nosotros, lo suficiente para que Jungkook y yo podamos vernos a los ojos...en esta noche especial.

Los ojos de Jungkook están brillando más que las mismas estrellas, y eso hace que mi corazón se encoja de nervios y a la vez salte de emoción.

—¿Por qué me estás mirando así? con esos ojos...— Su voz me hizo reaccionar de repente. Casi me atraganto de pena.

Ocean love ✧ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora