Capítulo 4

639 104 18
                                    


Dos días después.


Taehyung:


Llegó el día.

—No estoy listo, por supuesto que no lo estoy— Volví a sentarme en mi cama, un poco mareado, luego de varios minutos caminando en círculos sin saber que hacer con mi maldita vida— Bueno...en realidad ya me arreglé y tengo todo preparado pero....— Miré mi equipaje a un lado de mi mesa. En serio ya tengo todo listo...¿aún podría arrepentirme de ir con él?

No quiero salir de estas cuatro paredes, no quiero irme de mi camarote, no quiero decirle a mis tripulantes "Me voy por un tiempo, espérenme, idiotas" Tampoco quiero que me presionen pidiéndome una explicación, porque soy tan cobarde que no he sido capaz de decírsles que me voy, o al menos darles una pista, lo que sea. Soy tan estúpido.

No quiero irme...aunque solo esté rodeado de imbéciles, no quiero dejar este lugar. No quiero dejar...este "hogar" al que tanto me costó acostumbrarme.

Pero no puedo retroceder, ya no. Es esto o todo se habrá ido a la mierda.

—Espero que estés orgulloso de mí, papá— Le murmuré a la nada y sonreí tras lo patético que me sentí luego de eso.

Me paré de la cama, esta vez decidido, tomé mi equipaje y salí de mi habitación.

Fui al exterior del barco, y me encontré a todos allí reunidos, como si hubieran estado esperándome. Mierda...

Mi boca se secó de nervios.

—¿Qué hacen aquí? ¿Y por qué están tan callados?— Traté de sonar lo más calmado posible, pero es que sus caras me ponen nervioso. No quiero enfrentar esto, no puedo.

—Ya sabemos que se irá, capitán— Dijo alguien.

Permanecí en silencio, sin saber qué decir o si quiera como reaccionar.

—Jeon nos lo dijo hace unos minutos, porque lo estaba esperando y usted no salía— Miré sus caras a mi alrededor. ¿Por qué todos lucen así? Melancólicos...— Sabemos que nunca ha sido de contarnos sus planes pero...esta vez pudo decirnos ¿no cree? Digo...se irá, va a dejarnos.

—...— Una extraña sensación oprimió mi pecho.

—Así habríamos podido prepararle una despedida digna de usted— Sonrió apenado.

¿Qué...?

—Lo vamos a extrañar, capitán— Dijo otro con lágrimas en los ojos. ¿Qué carajos? ¿Están llorando?

Todos se comenzaron a mover de sus lugares, acercándose a mí. Oh cielos, no estoy entendiendo, ¿por qué se están poniendo a llorar?

—Lo extrañaremos-

—¿Qué pasa con ustedes, par de idiotas?— Me retorcí internamente cuando el primero se atrevió a abrazarme con todas sus fuerzas.

—Lo extrañaremos aunque siempre nos llame así— Algunos rieron y otros solo lloraron más.

¡No entiendo nada!

¡No entiendo nada!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jungkook:

No puedo evitar reírme de lo que estoy viendo.

El Emperador Kim está siendo abrazado por todos sus tripulantes. Parece que morirá asfixiado o probablemente enfurecido, sí eso es más probable.

Y viendo esa escena, me pregunto: ¿Cómo sus tripulantes pueden estimarlo tanto?

Apenas lo conocí esta semana, casi no hemos entablado conversación, y sé que no soy nadie para juzgar, pero con la poca socialización que hemos tenido me he dado cuenta de la clase de persona que es. Una escoria.

Una basura.

Lo sé, suena mal, y no me gusta ni siquiera pensarlo porque nunca he sido de hablar mal de otros pero ese chico si que me saca de mis casillas, es tan jodidamente insoportable. Cada vez que lo veo, es como si tratara de intimidarme con su aire de superioridad, pero apenas le hablo y se esconde en su barrera de protección, y sí, su manera de protegerse es atacando con palabras y tratando mal a quién se le cruce al frente.

Trato de tener paciencia solo porque es hijo de un viejo amigo y porque es un chico inepto que da lástima.

Bueno...tampoco es como si yo fuera el mejor pirata, experimentado y lleno de hazañas interminables, pero tengo conocimientos y consejos que puedo enseñarle para bajar un poco las probabilidades de que muera en el intento de ser pirata.

Porque él se ve así, frágil y delicado.

—¡Tú!— De repente escuché su voz odiosa invadir mi transe. ¿En qué momento llegó?— ¡¿Por qué le dijiste a todos sobre nuestro viaje?!

—¿Acaso pensabas irte sin decirles?— Empecé a caminar rumbo a mi barco para que me siguiera. Ya es tarde— Que feo eso, Emperador.

—¡Pues n-no! ¿y qué te importa? ¡no te metas en mi vida!— Me giré a verlo de reojo. Está abrazando muy fuerte su equipaje, luce enojado como siempre.

—Bueno, te daré el primer consejo— Devolví totalmente mi vista hacia al frente. Suspiré— Compórtate ¿quieres? no me hagas perder la paciencia, o te aseguro que te irá muy mal.

Saludé a los chicos, ellos y el barco están listos. Me apresuré subiendo las escaleras.

—Todo listo, capitán. Esta vez solo diez vigilantes se quedarán a cuidar la cueva, y esperarán junto a los piratas del Emperador Kim.

—Gracias, Jimin— Le agradecí palmeando su hombro. Enseguida se marchó a dar las órdenes a los demás— ¿Y el Emperador?

Me giré a ver atrás. Aún está subiendo las escaleras. Dios mío, que lento.

—Ven, apresúrate, ya debemos zarpar— Le extendí mi mano para ayudarlo.

Negó con la cabeza, dándome una mirada de fastidio que traduje como un "yo puedo hacerlo solo".

Miré a Jimin, ya está alistándose para zarpar. No hay tiempo.

—Te digo que te apresures.

—¡No me apresures!— Ya estando por subir, el barco se movió ligeramente y su cuerpo se tambaleó a punto de caer. Maldita sea.

Rápidamente lo sostuve del brazo, lo jalé hacia mí, y caímos sobre la madera de mi lado. Cerré mis ojos un momento, sintiendo un fuerte dolor esparciéndose en mi espalda.

—Mierda...¿estás bien?— Susurré, al mismo tiempo en que abrí mis ojos para verlo. Me encontré con su cara muy cerca de la mía. Su respiración se deshizo fugazmente sobre mi piel.

Ya había visto que sus ojos eran verdes, pero viéndolos de cerca, se ven aún más intensos, más profundos, ¿cómo podría decirlo? Lucen...hermosos. Su piel luce impecable, luce suave, con esas pequeñas pecas cubriéndole sus mejillas. Mientras finos mechones de su cabello caen sobre los laterales de mi rostro, haciéndome cosquillas ligeramente; su cabello es rojizo, pero luce más anaranjado que rojizo.

—A-ah, sí— Pestañeó repetidas veces y rápidamente se levantó de encima mío— No d-dije que no me apuraras, idiota.

Me quedé allí acostado, ahora con mis ojos perdidos en la claridad del cielo.

Su belleza es inmensa...


Ocean love ✧ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora