Capítulo 39

798 81 74
                                    


Taehyung:

Regresé con Jungkook para ayudarle a subir el equipaje de Jimin a la carreta, Jimin estaba un poco avergonzado por haber comprado tantas cosas, pero Yoongi le dijo que no se preocupara porque él le ayudaría con todo. Jungkook y yo nos sonreímos en secreto; Yoongi es muy lindo con Jimin

Subimos las elegantes escaleras hasta nuestras habitaciones. Me sentí encantado con el lugar, todo lucía muy ordenado, refinado y majestuoso, incluso los detalles más pequeños del tapiz en las paredes era perfecto, parecían tener brillitos muy simétricos. 

—Kook, mañana salgamos a comprar ropa juntos ¿sí?— Entré a nuestra habitación y fui directo a la cama. Literalmente llegué con las justas, mis piernas ya no daban para más.

—Pero tienes que descansar, mi amor— Se apresuró para ir a la mesa que había cerca del balcón, allí había una jarra y un mueble con tazas, vasos y copas. Las usó para preparar mi infusión para el dolor.

—Mañana estaré mejor, lo sé.

Miré la habitación desde mi sitio. Tiene ventanas grandes, un balcón espacioso, muebles, dos sillones, un clóset grande. Es preciosa...

Me recuerda un poco a mí habitación cuando vivía en el palacio con mi padre.

—Espero que sí, pero ahora solo relájate y descansa, yo desempaco las cosas— Vino hacia mí con una tacita blanca de cerámica. Tan lindo que es.

—Umm...está bien— Recibí la tacita entusiasmado solo por el diseño, porque la infusión me sabía muy mal, como a monte mojado. No me gustó en lo absoluto, pero Jungkook me obligó a tomarla. 

—No me mires así, bebé. Es por tu bien, ya mismo te hace efecto y mañana amaneces sin ningún dolor— Me dio un beso en la frente y se llevó la tacita devuelta a la mesa. 

—Jungkook, esa cosa sabía a monte mojado, estaba malo— La expresión de su rostro me hizo reír, él también se rió y luego ambos nos reímos a carcajadas. Se siente muy lindo cuando nos reímos juntos

Después me ayudó a quitarme las botas y se levantó a desempacar el equipaje. El clóset era bastante grande, y nuestra ropa era muy poca.

—Por cierto, Tae. ¿Quién era ese hombre con el que estabas hablando allá abajo?

—Se llama Eliezer, él pintó ese cuadro enorme que estaba cerca de la entrada, ¿lo viste?

—No, solo vi cuando se te acercó de la nada y empezó a hablarte.

—Uhm...entonces mañana te lo muestro. Hablando de eso, también podríamos visitar un museo, amor.

—Sí, está bien, bebé. 

Desempacó y ordenó nuestro equipaje, luego salió al comedor y regresó con comida para ambos. Ya estaba anocheciendo, así que aprovechamos la ocasión para salir al balcón y comer en los sillones de afuera. Me contó algunas de sus anécdotas, nos reímos y luego volvimos a la cama para seguir conversando con más comodidad. 

Sé que él también deseaba escucharme...escuchar mis historias y recuerdos divertidos, pero no me lo dijo, porque sabía que yo no estaría preparado para hablar, y la verdad no sé cuándo me sienta listo para hacerlo, porque no tengo ningún recuerdo bueno para contarle, no siento que en el fondo haya uno. He llegado a pensar que quizás debería inventar recuerdos lindos para decirle, y hacerlo reír, así como él me hace reír a mí, pero no sería justo para él, porque no sería real...

De alguna manera me siento vacío, sin nada bueno para contar, sin una historia agradable detrás.

—¿Así estás cómodo, Tae?

Ocean love ✧ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora