Ocean love ✧ kooktae

Capítulo 16

Taehyung:

—Te ves precioso sonriendo— Dijo con una boba sonrisa.

Sentí que me desconecté de todo por un instante, y al mismo tiempo un intenso cosquilleo empezó a surgir en mi barriga, en mis mejillas, en mi cara que parece estarse derritiendo...porque juro que la siento hervir como nunca, y mi corazón golpea tan fuerte contra mi pecho que se siente irreal, como si una tormenta de olas salvajes estuviera desatada dentro de mí.

¿Qué es esto que siento? Es demasiado, es indescriptible...

—¿Por q-qué dices eso?— Le pregunté muy nervioso y rápido fingí distraerme con la comida, como si no le hubiera dado importancia a eso que dijo...¡pero claramente lo hice! y no sé qué pensar al respecto...

—Porque es la verdad— Murmuró aún sonriente, con una expresión genuina y confiada— Así que sí hay algo que te hace reír, y son mis desgracias, qué cruel, Emperador.

—N-no es eso— Dios, siento que podría desmayarme en cualquier momento, y aún peor...¡siento tantas ganas de volver a sonreír para él!— Yo solo...quería sonreír y ya.

—Umm, entonces sonríe de nuevo— Su mirada se iluminó mucho más, al igual que su sonrisa boba.

A veces siento que su mirada se vuelve diferente cuando me mira, es como si...se suavizara.

—No— Le dije muy decidido, pero enseguida hizo una tierna expresión inconforme que inevitablemente me hizo sonreír. Mierda.

¡¿Qué es lo que sucede conmigo?!

—Taehyung, te juro que eres precioso, el más precioso-

—¡Ya d-deja de decirme eso!— Bajé la mirada de inmediato, sintiéndome muy muy ¡pero muy avergonzado!

Me dijo Taehyung...¡me llamó por mi nombre! Además la forma en que me habló fue tan...¡ahhh! ¡no lo sé! pero me estaba sonriendo tan lindo, y yo...

¡Yo estoy muy molesto ahora! ¡solo quiere molestarme! sí, es eso.

Aunque en realidad nunca nadie me había molestado así.

—Bueno, bueno, ya no lo diré— Dijo entre risas ruidosas, y...escucharlo reírse así me tentó demasiado a enderezar la mirada para verlo, pero no lo hice, no pude hacerlo. Siento que estoy más rojo que un tomate, el tomate más rojo de todos—Pero...eso es lo que pienso cada vez que te veo.

Jungkook:

—Pero...eso es lo que pienso cada vez que te veo— Me salió decir eso de forma inconsciente, mirándolo perdido...como si no hubiera nada más a mi alrededor.

Carajo, ¡¡¿qué acabo de decirle?!!

—Iré a ver si ya se puede abrir la p-puerta— Susurró cabizbajo y rápidamente se levantó de su silla, yéndose casi corriendo a la puerta.

—Está bien— Enseguida me relajé en mi silla haciendo como si no pasara nada, pero...¡Dios mío! ¡¿qué carajos?! ¡¿qué fue todo eso?! ¡¿acaso le estaba coqueteando? ¡porque eso parecía!— Oh mierda...enloquecí, definitivamente enloquecí.

Pero no mentí cuando dije que luce precioso sonriendo, tampoco mentí cuando dije lo demás. Decir que mentí sobre eso...sería la mentira más grande.

Me volteé a verlo. Está que lucha por abrir la puerta, no para de jalar y jalar la manija, susurrando cosas que probablemente sean maldiciones. Es imposible no sonreír.

Él es...hermoso.

—Te vas a cansar, ya deja de intentarlo— Tomé valor y me levanté para ir donde él. Enseguida me miró con esa expresión tan suya de molestia.

—¿Acaso quieres q-que nos quedemos encerrados aquí para siempre?— Se cruzó de brazos notablemente nervioso, me di cuenta.

—Qué exagerado eres, no nos vamos a quedar aquí para siempre— Me reí un poco y él solo bufó, amargando aún más su entrecejo— Ven, podemos salir por la cocina.

—¿Q-qué? ¿en serio?— Me siguió de inmediato— ¿Pudimos salir por la cocina todo este tiempo?

Sí, pero no quería decírtelo.

—Supongo, hay una ventana bastante grande— Empujé la puerta de la cocina y lo guié hacia la ventana que da directo a la cubierta— Bien, lo haré primero y luego te ayudo.

—Está b-bien...

Taehyung:

Nos subimos en el mesón y luego le di espacio para que pudiera saltar cómodamente por la ventana, e iba a decirle que tuviera cuidado pero no lo necesitó, porque en cuestión de segundos saltó de la ventana, haciéndolo ver tan sencillo.

No creo poder hacerlo, la ventana está un poco alta del suelo.

—Ahora tú— Dijo sonriente. Pasé saliva dificultosamente.

—Ya v-voy...— Me senté en el borde de la ventana y crucé lentamente mis piernas al exterior, esforzándome con todo mi ser para no verme asustado, pero ahora mis piernas están colgando en el aire y hay bastante distancia hasta el suelo.

Ahh...estoy harto de mí mismo.

—¿Qué pasa?— Su voz sonó de repente. Enseguida negué con la cabeza y fingí tranquilidad, pero siento que no puedo, no puedo impulsarme para bajar. Me da miedo— Vamos, baja.

—N-no...— Me sentí tan patético en ese momento, tan tonto.

—¿No? ¿por qué no?— Se acercó un poco más a mí, y su mirada se tornó confunda— ¿Te da miedo? ¿es eso?— Levantó sus cejas esperando una respuesta. ¿Cómo es que siempre le atina a lo que me pasa?

No dije nada, pero desvié la mirada y él lo tomó como un sí.

—Te dije que iba a ayudarte ¿no? Pues aquí estoy, no tienes que preocuparte— Abrazó mis piernas. Pánico, pánico, pánico ¡estoy entrando en pánico!

—¿Q-qué estás haciendo?— Sentí que me jaló un poquito. ¡Ahhhhh!

—Solo déjate caer, voy a sostenerte.

—No p-puedo hacerlo, ¡no- — Me jaló por completo hacia él. De inmediato cerré mis ojos muy nervioso, pero en el fondo sabía que todo estaría bien.

Porque...él lo dijo.

Y así fue. En ningún momento dejó de sostenerme, fue muy cuidadoso conmigo aunque todo haya sido muy rápido.

Ahora estoy en sus brazos, viéndolo a los ojos sin entender...porqué mi corazón se acelera tanto si él está cerca. Sé que no son los nervios, ni el miedo que sentí hace un momento, es algo más...algo que me hace querer estar junto a él...y no separarme nunca.