Capítulo 17

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Jungkook:

Han pasado muchísimas lunas desde esa noche, esa noche común y tranquila en la que recibí un pergamino en perfectas condiciones, que contenía una alianza de parte del hijo del Gran Emperador.

¿Qué hice en ese entonces...? Me burlé, me reí tanto de aquella propuesta, porque había escuchado los rumores que decían sobre el primogénito Kim, un chico inexperto jugando a ser pirata con la poderosa tripulación de su padre recién fallecido. Realmente no valía la pena, pero acepté dicha alianza en honor a su padre, porque en mis comienzos como pirata siempre lo tuve como mi más grande inspiración.

Pero no le tomé la debida importancia a su hijo Taehyung, en verdad no lo hice, por eso el día en que arreglamos nuestro primer encuentro me emborraché, tomé como si fuera un día cualquiera. Realmente no me importaba que el famoso Emperador Kim viniera a verme.

Pero recuerdo muy bien de ese día a pesar de tener mi cabeza dando vueltas en otro mundo.

Yo estaba sentado en las rocas frente a la fogata, bebiendo, riéndome con los demás, disfrutando de ese momento, hasta que lo vi a él por primera vez, y fue como si una chispa se hubiera encendido dentro de mí, lo sentí.

Pensé "es una sirena" porque mi mente en medio de la confusión lo asoció con esos hermosos seres mitológicos de los que siempre escuché hablar de niño. Decían que las sirenas eran hermosas, que su belleza era irreal, capaces de hipnotizarte con su singularidad y su bellísimo canto. Eso pensé cuando lo vi a él...que se trataba de una criatura hermosamente irreal, más allá de la imaginación humana, más allá de todo.

¿Pero estaba bien pensar así de alguien que apenas conoces? Y aún peor ¿un hombre?, por supuesto que no, para mí no lo estaba, porque yo nunca me había fijado en un hombre, mucho menos a primera vista. Era algo tan extraño para mí y en cierto punto me irritaba sentirme así.

Pero por supuesto el tiempo no se detuvo, los días siguieron pasando, y yo quería estar cada vez más cerca de Taehyung, a veces inconscientemente. Y no importaba si él era muy molesto, terco, si tenía un temperamento inestable, si era muy caprichoso o si creía estar por encima de los demás. En el fondo...realmente nunca pude enojarme con él, ni siquiera cuando me esforzaba por hacerlo o actuaba con la intención de ponerle límites porque realmente los necesitaba.

Yo...quería conocerlo, quería acercarme más a él y entenderlo, comprender porqué actuaba siempre a la defensiva, porqué esa noche en la que por primera vez hablamos civilizadamente se puso a llorar hasta que se durmió. Quería entenderlo, conocer más de él, estar junto a él, y...hacerlo feliz. Sí, quería darle felicidad...porque en su mirada jamás percibí ni siquiera un poco de ella, solo amargura, enojo y tristeza.

Y sin darme cuenta me dejé llevar por él, ahora lo sé y es demasiado tarde para retroceder. Porque ahora cada vez que lo veo a los ojos...siento una extraña sensación de emoción en mi pecho y no puedo evitar sonreír, no puedo evitar sentirme feliz, desear estar más cerca de él porque mi corazón me lo pide, y me gustaría tanto escucharlo por horas, verlo sonreír, hacer que se divierta, que disfrute tanto como yo lo haría, y por más descabellado que suene...me gustaría tanto que él sintiera lo mismo por mí.




Jungkook:

—Ya b-bájame, idiota— Murmuró cabizbajo, y empezó a removerse con la intensión de bajar. De inmediato reaccioné.

Sentí que me había perdido totalmente en mis pensamientos.

Ocean love ✧ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora