Aguas Olvidadas { #Libro 2 }

Capítulo 26: Esto tan solo empieza

Observo las estrellas sin saber que hacer. Son muchas cosas acumuladas, muchas emociones... Unos brazos conocidos me abrazan una leve sonrisa aparece.

-- Las noches son frias aquí -me susurra en el oido. Cierro los ojos disfrutando de su embriagante olor-. Crei que me iba a volver loco sin ti. Sin tus manos, tu calidez -comienza a dejar leves besos en mi cuello-, tu olor, tus ojos, tus labios.

Me giro y me encuentro con sus ojos oscuros. Sus manos viajan por mi espalda hasta mis caderas y me acerca más a él.

-- Lo siento -susurro-, lo intente todo pero...

-- Shhh... -murmura-. No importa. Ahora te tengo a mi lado y eso es lo que me interesa. Eso sí, pienso destrozar a todos esos hijos de...

Junta nuestras frentes y me observa con atención.

-- Gracias -digo-. Por preocuparte por mi.

-- Ya, es algo que no puedo evitar. Ya sabes. La imprimación y eso -dice con una media sonrisa-. Te quiero, Ambre. Y hare lo que sea por protegerte.

Sonrio y le abrazo.

-- ¿Cómo habeis montado todo esto? -pregunto.

-- Nos encontramos con estos nomadas ayer. Mariam tubo la idea de someterlos a su embrujo para que si os encontraban pudieran atenderos tranquilamente. Cuando nos marchemos mañana no se acordaran de nada.

-- Eso me alegra -murmuro.

-- No me gustaba la idea al principio pero si era por ti. Me daba igual -susurra sobre mis labios.

Envuelvo mis brazos en su cuello y le beso con ansiedad, pasion, lujuria. Necesito de él, de su calor, su aroma, sus labios, su amor. Todo. Cojo su mano y lo guio hasta la tienda que nos ha dejado Eva para nosotros solos. Y allí, nos dejamos llevar por la pasión, el deseo y la necesidad de tenernos el uno al otro. Sin pensar en lo que se avecina ni en las cosecuencias que este gesto de amor puede tener.

Abro los ojos después de varias horas durmiendo. Los brazos de Jake me envuelven y me sostienen con cuidado apretandome cotra su desnudo pecho. Froto mis ojos con las manos para aclara mi vista y miro a mi alrededor. Las mantas me envuelven evitando que mi palido cuerpo quede al descubierto por completo. Miro un reloj al lado de la amaca en la que hemos dormido y veo la hora. Las 10:38. Es tarde.

-- Jake -susurro-. Jake -llamo de nuevo al ver que no responde.

-- Mmmm... -murmura adormilado.

-- Tenemos que marcharnos, ya es tarde. Si los tritones localizan este poblado no tendremos tiempo a huïr antes de que se nos lancen encima -mis palabras le hacen reaccionar porque inmediatamente despierta poniendose en pie.

Aprobecho para darle un buen repason a su cuerpo de Adonis y una leve sonrisa aparece en mis labios. Él es mio, solo mio. Solo yo puedo verlo de esta forma cada vezxque quiera. Bueno, un poco igualada con los miembros de la manada. Pero eso es diferente. Ellos no pueden hacer las cosas que yo hago con él. O podrian pero tendrían que aprender a vivir sin extremidades. Porque yo se las cortaria.

Se comienza a vestir y yo hago lo mismo. Cojo la ropa que me han traido que consiste en unos pantalones cortos amarillos, una camiseta de tirantes blanca y unas zapatillas de deporte blancas. Ropa que te camufla en la arena dorada. Ato mi melena en una coleta y salgo de la tuenda a toda velocidad. Jake viene después con nos pantalones raidos y una camisa de algodon de tirantes. Toma mi mano y me lleva hasta la tienda donde estan los demás. Los Cullen llevan unas capas negras que me recuerdan a la de los Vulturis.