Aguas Olvidadas { #Libro 2 }

Capítulo 35: Una llegada inesperada

Han pasado dos días. Dos días desde la llegada de los metamorfos a mi isla. Embry iba de un lado al otro desesperado pero desde que le pedí a Mariam que lo hechizara está más tranquilo. Tal vez suene mezquino pero jamás queraís aguantar a un imprimado que a perdido a su ser especial. Es como estar con un perro rabioso.

El caso es que de momento no podemos hacer nada. Todo el mundo está movilizado y poco a poco todos van tomando su lugar. Estoy deseosa de que todo este listo para poder ir al rescate de Danielle y todas las otras sirenas secuestras pero no piedo evitar sentir una pizca de miedo. ¿Y si algo pasará? ¿Y si no llego a tiempo? El solo pensamiento de que eso pueda suceder me oprime el corazón y la angustia que me provoca destroza mi alma. Cierro los ojos inspirando profundamente para deshacerme de esos pensamientos.

Los abro de nuevo y observo la noche sobre los icebergs. En el Polo Norte existen 6 meses de día y 6 de noche. Ahora estamos en los de noche. La Aurora Boreal brilla y tiñe el hielo de multitud de colores. Una vista tan magnífica que es imposible de describir.

Unos labios se posan en mi hombro desnudo y no puedo evitar sonreír y estirar el cuello para que siga. Sus brazos me envuelven otorgandome una calidez casi olvidada. Su respiración en mi nuca hace que me estremezca entre sus brazos y desaparezca cuanquier pensamiento racional que no tenga que ver con él.

-- Mi bella Reina, vuelve a la cama, necesitas descansar. Todos lo necesitamos -murmura sobre mi hombro.

-- Lo dices como si solo pretendieras dormir -murmuro con voz temblorosa.

Siento su sonrisa sobre mi piel y sus manos ascienden desde mis caderas por mis brazos. Llega a los finos tirantes del camison y los baja con suavidad, casi como un roce. Sus labios vuelven a besar mi piel y no puedo evitar anelar más.

-- Hueles diferente -murmura-. Tu olor es embriagante y excitante. ¿Acaso me estás tentando?

-- Estamos en primavera, tal vez este apunto de venirme el celo -respondo-. Mariam ya lo ha tenido y muchas sirenas lo están pasando ahora. Tal vez pronto me venga a mi.

Me obliga a darme la vuelta y nuestras miradas se conectan. Sus ojos negros como la noche se conectan con los míos de color agua. Su rostro se va acercando poco a poco y nuestros labios entran en contacto al instante. Mis manos van subiendo por su torso desnudo y se aferran a su cuello para profundizar así el beso.

Jake me rodea con cuidado y me alza en volandas para, después, llevarme hasta nuestro lecho, donde pasamos el resto de la noche amandonos una y otra vez.

Narrador Omnisciente

La rubia despierta horas después justo cuando alguien pica a la puerta de su recamara.

-- Mi Reina, se os reclama con urgencia en la entrada a la ciudad -murmura una mensajera.

La chica bosteza y se levanta cubriendo su cuerpo desnudo con una sábana. Observa a Jacob dormido a un lado del gran lecho y suspira. Su cuerpo despampanante queda a la vista por completo, tapado levemente por una manta fina de un color blanco que contrasta a la perfección con su piel morena.

-- Levanta dormilon -murmura para despertarle.

Jake se despierta y estira los brazos perezoso.

-- ¿Qué pasa? -pregunta.

-- No lo sé. Me reclaman en la entrada -responde con tranquilidad.

-- Esta bien -murmura desganado-. Ahora me visto.

-- Como quieras -responde indiferente-. Por mi como si quieres ir como dios te trajo al mundo.