Aguas Olvidadas { #Libro 2 }

Capítulo 22: Un duro camino

Sentir el agua fresca en mi piel hacía que todo por lo que habíamos luchado valiera la pena. Puedo sentir como mis heridas se van cerrando. Una por una. Ronnie, Lucy, Cloe y yo estamos en una zona apartada del lago que hay en el pequeño oasis cerca del edifició. ¿Quien en su sano juicio construiria un castillo en medio del desierto? Pues no lo se pero ahí esta. Medio reduido pero que se conserva muy bien.

Todas queriamos alejarnos cuanto antes de este lugar maldito pero nuestras necesidades vencieron al miedo. Si vamos ha tener que atravesar un desierto entero tendremos que coger fuerza. Me sunerjo de nuevo en la esquisita agua y aprovecho para beber toda la que puedo. No importa si no es potable. Eso no es algo que a nosotras nos afecte. Observo los nenufalos y los escasos peces que hay a mi alrededor. Nado por el fondo en busca de las chicas. Pronto anochecera y sera el momento de partir. ¿Quien sabe si encontraremos otro oasis por el camino?

Diviso la melena negra con reflejos azul marino de Cloe. Nado a su lado y le hago señas de que salga a la superficie. Ella asiente y ambas salimos al exterior.

-- Cloe, ¿y Ronnie y Lucy? -pregunto al no verlas.

-- Estan buscando algo de comida. Fruta y esas cosas. Me han dicho que no se alejarian mucho -responde la pequeña.

Miro a mi alrededor y las diviso entre la vegetación. En la zona en la que estamos no podemos ser vistas por los tritones.

-- Ambre, hace un rato he visto a varios chicos ir en dirección Este adentrandose en el desierto. Seguramente creeran que hemos huido como cobardes por miedo. No imaginan que hayamos parado a recobrar fuerzas -asegura Cloe.

Asiento y vuelvo a mirar hacia el edifició. Solo diviso el techo y una pequeña torre sin ventanas. Suspiro y vuelvo a submergirme en el agua. Tengo que aprobechar ahora que puedo. Tengo miedo, lo reconozco. El miedo forma parte de las emociones que nosotras tambien experimentamos. Me gustaria no tenerlo pero se tiene que ser superman para no sentirlo estando en la situación en la que estamos. Cierro los ojos y me quedo totalemente quieta. El recuerdo de Carla viene a mi mente. Su mirada llena de sufrimiento, las lágrimas que deseaba derramar pero que no podía. Aprieto con fuerza los puños y siento como comienzan a picarme los ojos, por suerte al estar debajo del agua no se nota.

La incerteza de si esta viva o muerta me reconcome por dentro. Si ha sobrevivido estoy segura de que los tritones buscaran sacarle información para ver hacía donde nos dirigimos. Y si ha muerto... No quiero ni pensar en esa posibilidad. Carla tiene que estar viva, debe estarlo. No puedo permitir que muera. Se lo prometi a Rebekah, a Layla, a todos. Debo protegerla, protegerlas a todas. Abro los ojos y veo la superficie brillante desde el fondo del lago. Contemplo comocesa luz se va apagando poco a poco llevandonos a la oscuridad. Doy un pequeño salto y enseguida salgo a la superficie. Nado hacía la orilla y salgo del agua rapidamente. Miro mi ropa tendida en una roca ya seca. Me la pongo y dejo mi pelo suelto para que se seque. Ato mi camisa por encima de mi ombligo y abrocho bien el cinturon de los pantalones cortos que llevo puestos. Sacudo la posible tierra que pueda haber quedado en la parte que estaba sobre la roca y me coloco el calzado rapidamente. Me hacerco a las chicas y veo que estan comiendo fruta. Cocos, datiles y uvas.

Me siento al lado de Ronnie y ella me tiende un trozo de coco partido por la mitad. El zumo de su interior es fresco y refrescante. Lo bebo con cierta necesidad y luego lamo mis labios. Delicioso. Como fruta y la que nis sobra la guardamos una especie de bolsa que hemos hecho con la camisa de Lucy. Ella llevaba camiseta interior así que tampoco le ha importado. Con cuidado seco los datiles extragendole todo el agua del interior. Así duraran más. Poco antes de la media noche ya estamos preparadas para partir. Me hago una coleta y cojo la improvisada bolsa dispuesta a partir. Esto va ha ser un duro camino. Tenemos que aprovechar al máximo la noche y resguardarnos durante el día para evitar volver a la deshidratación.