Aguas Olvidadas { #Libro 2 }

Capítulo 24: Un poco de ti

Sus ojos verdes miel recorren la espalda de la chica junto con las llemas de los dedos. Ya no queda nada más que unas finas marcas que la recorren entera. Las repasa con cuidado y no puede evitar suspirar. No debio dejarla sola, no después de que Kahlan le avisara de que iban a por ella. Aparta unos mechones del pelo rubio de la sirena y ve su rostro calmado. Parece que ya no siente dolor. Echa la cabeza para atras y la apolla sobre la almohada. Son cerca de las tres de la mañana, observa como Carla se remueve y sabe que esta a punto de despertar. Imaginar sus ojos azul verdoso mirarlo de nuevo hace que su vello se erize.

-- Te protegere pase lo que pase -susurra en el oido de la chica-. Te lo juro.

Carla se da la vuelta en sueños y sin darse cuenta abraza el cuerpo de Harry quien esta estirado sobre la cama a su lado. Éste se tensa pero rodea su cuerpo con su fuerte brazo acercandola más a él. No quiere perderla de vista ni un segundo. Puede escuchar el ronroneo de Carla y eso involuntariamente le hace esbozar una sonrisa.

Narra Carla

Siento como unos calidos brazos me envuelven otorgandome seguridad y proteccion. Sensaciones que ya creia extintas. Mi mente lucha para despertar pero yo no lo deseo. Quiero seguir submergida en esa sensación por siempre. Se lo que me encontrare una vez despierte y no quiero. Un dulce olor inunda mis fosas nasales embriagandome. Aprieto con fuerza lo que sea que estoy abrazando y de donde proviene el olor. No quiero separarme de eso. Siento como unos dedos recorren mi espalda suavemente y ese simple roce causa que me estremezca. Mi cuerpo reacciona como nunca lo ha hecho antes, allí donde toca se prende en llamas y se llena de lava deseando más. Un poco más. Poco a poco siento que las nuves de mi cabeza se van despejando y me dejan ver con claridad lo que esta pasando. Abro los ojos y me encuentro sobre un pecho duro y firme. Se a quien pertenece. Para mi desgracia e soñado con él casi todas las noches desde la escena en la bañera. Como si mi cuerpo no quisiera que me olvidara de él ni de lo que paso. De ese primer roce.

-- ¿Vas ha seguir fingiendo que estas dormida mucho tiempo? -escucho su voz algo ronca. Como si él tambien se acabara de despertar-. No sabia que eras de esas, gatita.

Su tono burlon me hace fruncir el ceño. Yo no soy ninguna cualquiera, que se a creido este idiota. Me aparto con brusquedad de él y le miro enfadada doblando mis brazos sobre el pecho para que no se me caiga la sabana de esa zona de nuevo. Vuelvo a estar desnuda. Bueno, no completamente. Tengo la parte de abajo de la ropa interior. Algo es algo. Hago una mueca al notar la punzada de dolor de mi estomago. Me duele la herida, aún no se ha curado del todo. Es normal, me atravesaron entera destrozando mi columna vertebral y traspasandome la espalda.

-- No te muevas, tonta -dice serio rodeando mi cintura y volviendome ha tirar encima suyo-. Si te mueves demasiado conseguiras que se te abra la herida.

Con la cabeza apollada de nuevo decido no moverme. No solo porque ahora mismo me es imposible ya que me tiene cogida por la cintura, sino tambien porque no quiero que se me abra. Seria doloroso. Inspiro su aroma tan masculino, tan hipnotizante... Como el mejor vino del mundo. Siento como comienza a pasar sus dedos por mi melena despeinada intentando arreglarla un poco. Suerte con eso, mi melena es demasiado rebelde incluso para el mejor peluquero.

-- David, Jason y Wess han sido castigados severamente por lo ocurrido -comenta. Me tenso al escuchar sus nombres-. Tranquila, tendria que haber un milagro para que intentaran hacerte daño de nuevo. No te pasara nada. Menos si estas conmigo -me relajo un poco y subo la mirada para encontrarme con sus ojos verde miel-. Le has buscado las cosquillas a la peor calaña, ¿lo sabes no? -pregunta en toque burlon.

Agacho la cabeza y me quedo mirando a la nada.

-- ¿Es tan malo desear ser libre? Que nadie te utilice como a una esclava y te humille -pregunto debilmente. No responde en vez de eso escucho un suspiro.