Aguas Olvidadas { #Libro 2 }

Capítulo 15: ¿Aliada?

He faltado demasiados días al instituto. No puedo seguir así o empezarán a sospechar de mí. Así que aquí me encuentro, aguantando una aburridisima clase de historia. Siento que alguien me da un codazo y miro a mi derecha. Rebeca me pasa una nota. La desdoblo y leo lo que pone.

"¿Qué te pasa últimamente? No apareces por clase. ¿Acaso estás enferma?"

Suspiro para tranquilizarme y inventar una buena escusa.

"He estado fuera por asuntos familiares. No te preocupes." escribo rapidamente.

Rebeca frunce el ceño pero no dice nada más. Me pregunto que estará haciendo Mariam, se supone que ella y William se están encargando de la supuesta rastreadora medio licantropa que nos puede ayudar.

Narra Mariam

Salimos del coche y lo dejamos en un descampado en medio del bosque, este lugar me pone el vello de punta.

-- ¿De verdad puede alguien vivir aquí? -digo mirando a mi alrededor.

-- Como te he contado, ha vivido con licantropos toda su vida es normal que no sea tan sociable como los demás -me explica Will-. No te preocupes, mientras vengas conmigo no pasará nada.

Suspiro y agarro su mano. Caminamos adentrándonos en el bosque el lugar es algo tétrico pues no hay mucha luz por la altura de los pinos y los sauces. Camino con cuidado para no tropezar.

-- La cueva donde vive junto a su padre está cerca de aquí -me explica.

-- ¿Por qué viven tan alejados de la sociedad? -pregunto mientras con su ayuda escalo unas rocas.

-- Isobel no es como los licántropos normales. No vuelve a su estado humano cuando no hay luna llena. Para ella sería peligroso vivir entre humanos pues no se podría controlar. Es por eso que viven aislados -me explica detenidamente.

Seguimos caminando durante una hora más o menos hasta que llegamos a una cueva bastante grande. Hay luces como las de un árbol de navidad que iluminan la entrada para que no esté en completa oscuridad y no se vea nada.

-- Dejame hablar a mí, no les gustan mucho los de otras especies -pues que bien (sarcasmo)- ¡Isobel! ¡Killian! Soy yo William -grita mi chico en la entrada.

Una chica de cabello largo y azabache sale de la cueva. Luce ropa echa de pieles, me recuerda mucho a la ropa del aquelare amazónico de Safrina. Tiene la piel oscura como la de los quileutes, pero lo que más llama mi atención son sus ojos dorados y sus pupilas rasgadas de gato. Sus caninos son más largos de lo habitual y sobresalen por el labio inferior. Me fijo en que sus manos parecen zarpas y sus piernas son largas y esveltas. Están adormadas con unos calentadores de piel marrón.

La muchacha me observa de arriba a abajo y luego mira mi mano enlazada con la de William para después sonreír abiertamente.

-- Cuanto tiempo joven Alfa -dice con voz suave-. Veo que tienes una compañera, me alegro.

Observo que Will se sonroja levemente pero agarra con fuerza mi mano.

-- ¿Y a qué se debe tu visita? -dice un hombre que se acerca saliendo de la cueva.- Porque me imagino que no has venido hasta aquí solo para saludar.

Will se tensa al ver al hombre que se posiciona al lado de la mujer.

-- No, es cierto. No es solo una visita de cortesía. Necesitamos vuesta ayuda. -dice aparentemente relajado, pero se que está nervioso. El hombre dirige una mirada hacia mí descaradamente y, como acto reflejo,Will se pone delante de mí interponiendose entre su mirada y yo.- No la metas en esto.