Disfrutad del último capítulo de Aguas Olvidadas.
Contemplo el vaivén de las mareas y como las olas rompen sobre las rocas. Muchas cosas han pasado. Yo las he visto todas. Cierro los ojos y dejo escapar unas lágrimas que caen y se funden con el agua. Tanto dolor, tanto sufrimiento, tantas muertes y pérdidas...; y luego, nada.
Inhalo y exhalo intentando tranquilizarme pero apenas consigo evitar que mi estado de ánimo haga que el mar se embravezca. Suspiro y abro los ojos de nuevo enfrentándome a la dura realidad. Unos pasos me alertan y doy un paso atrás apartándome del precipicio que se abre a pocos centímetros de mis pies. Me giro y contemplo a mi visitante. Una sonrisa adorna sus labios y la suave brisa matutina remueve sus mechones negros.
-- Es muy temprano, ¿no crees?
-- Madrugar ayuda a pensar --respondo--. Y a esta hora nadie suele venir a molestar. O eso pensaba antes de que vinieras.
-- Me tocaba ir con papá a hacer guardia. Ya sabes cómo es eso.
-- Ya veo.
Sus ojos idénticos a los de madre escudriñan los míos, tan negros como los de padre. Alzo los brazos estirando los miembros agarrotados. Cierro los ojos un solo segundo para dejar que las sensaciones inunden mi cuerpo y el mar se relaje.
-- ¿Mamá viene mañana?
-- Sí. Junto con tía Danielle y Carla.
-- ¿Hay algo nuevo?
-- No. Siguen sin encontrarlos. Harry está seguro de que sigue vivo pero no hay rastro de él.
-- ¿Es bueno o malo que no los encuentren?
-- No lo sé. Yo no veo el futuro --respondo--. Tendremos que esperar para averiguarlo. De todas formas Harry dice que Kahlan no se arriesgará a poner en peligro a Cloe. Es un final triste pero de alguna forma tenía que acabar.
-- Yo no lo veo tan triste. Todos acabaron exterminados a excepción de un par. Es algo bueno, ¿no?
-- Nunca es bueno acabar con casi toda una especie. Si tan solo pudiéramos haber convivido. Pero no pudo ser --murmuro.
Rodea mi hombro y comenzamos a bajar la colina con calma. No hay prisa, dejó de haberla hace mucho tiempo. Aquí en Forks todo está tranquilo.
Me llamo Nayare Riley Black, pero casi todo el mundo me llama solo Riley, y aunque muchos no lo crean soy lo que desde tiempos antiguos se conoce como sirena. Pero no de las que salen en las leyendas. No canto a los barcos para que los marineros se estrellen con las rocas. No me paso el día en el agua ni suelo tener cola de sirena. Eso sólo pasa cuando me mojo con agua de mar.
Mi madre es Iliana Ambre Walker, actualmente conocida como Reina de las Sirenas y esposa del Alfa de los metamorfos. No está mal, ¿verdad? Tengo como suele decirse: sangre azul. Pero eso no es todo. Como primogénita de la Reina soy heredera al trono del mar y algún día, quizá dentro de unos milenios, seré Reina. No es un mal plan de futuro, ¿a qué no?
Pero mientras llega o no llega el gran día me dedico a vaguear todo lo que puedo y de vez en cuando arrancar alguna cabeza a algún que otro vampiro. Lo normal en una chica de casi veinticinco años. Aunque solo aparento dieciocho, que conste.
-- Parece mentira que ya hayan pasado treinta años desde aquella guerra --dice--. Todo parece tan lejano.
-- Tal vez porque aún no habíamos nacido. Ni siquiera estábamos en proyecto.
-- Sea como sea a veces es imposible no olvidarlo.
-- Yo sé de quién jamás podrá hacerlo --digo a sabiendas de lo opina Lucas del tema--. Todas aquellas sirenas que estuvieron presas durante décadas. En ellas el recuerdo se mantendrá vivo. Y gracias a eso nosotros nunca lo olvidaremos ni dejaremos que se repita. Por eso mamá se esfuerza tanto y también Carla y Harry. Todos trabajan para que eso no se repita.
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Aguas Olvidadas { #Libro 2 }
FanfictionUn seguido de extrañas desapariciones de sirenas por todo el mundo comienza a ser preocupante. Todo se agraba cuando Carla, una sirena amiga de Ambre, desaparece. ¿Qué está pasando? ¿Quien lo está provocando? Estas preguntas impulsan a Ambre a volve...