Capítulo 2: Nuevo comienzo

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Han pasado siete meses del fin de la guerra. Uno desde que me convertí en Reina. Me he instalado en Forks, viviré allí durante una temporada. No mucho, no puedo arriesgarme a que se den cuenta de que soy inmortal. Supongo que llegará el momento en el que me iré a vivir a la Reserva. Billy hasta me a ofrecido alojarme con ellos.

Mariam y William ya son oficialmente pareja. Un mes después de la guerra a Mariam le vino el celo y ya no hubo vuelta a tras. Papá le volvió a dejar la casa para ellos. Ahora ambos viven juntos en Londres, aunque vienen de vez en cuando de visita.

--- Layla las desapariciones son muy raras. Sirenas de todo el mundo han ido desapareciendo inexplicablemente. -digo. Ayer me informaron de que cinco sirenas pertenecientes a diferentes oceanos desaparecieron sin dejar rastro.

--- Las sirenas desaparecidas eran jóvenes, puede que huyeran o se escaparan. Ya sabes lo que hacen las jóvenes de hoy en día. -dice quitándole importancia. Yo no estoy tan segura como ella.- Lo mejor es que esperemos, puede que reaparezcan dentro de unos días. Cuando se cansen de estar por ahí viviendo la vida a tope. -me río por su comentario. Una mujer con su edad no debería decir esas cosas.- Bueno ahora vengo, tengo que coger algo del almacén. -y se va.

Me dedico a organizar las estanterías cuando llega una chica muy guapa. Tiene los ojos azul verdoso y el pelo rubio un poco más oscuro que yo.

--- Tía Layla, ya estoy aquí -dice nada más entrar. Ella me mira y se queda parada.

--- Hola soy Ambre -la saludo extendiendo la mano- tú debes ser la sobrina de Layla, Carla, ¿verdad? Tu tía me ha hablado mucho de ti. -parece una chica muy maja.

--- Es un placer conocerla majestad -dice estrechando mi mano. Hago una mueca de disgusto. Sigo sin acostumbrarme a que me llamen así.

--- Por favor llámame Ambre, solo Ambre. Nada de alteza, majestad... -digo sonriendo- No me gustan los títulos. Al fin y al cabo todas somos iguales, no hay porque utilizar títulos que lo único que hacen es hacer una diferencia de clase que no hay.

--- ¡Carla! -dice Layla, saliendo del almacén- Que pronto has llegado. -me mira y sonríe- Por lo que veo ya os conocéis así que venga poneros a trabajar.

Layla me ha ofrecido trabajar con ella. Me va muy bien conseguir algo de dinero extra, así no necesito utilizar el tesoro real o el dinero de mi padre.

--- A es verdad, no te lo conté. -dice Layla- Ambre también trabajara con nosotras, ya sabes para echar una mano. El negocio está subiendo como la espuma y necesito más personal. -me río ante la cara que pone, es muy cómica.

--- Ya se, ya se. Es raro que una Reina trabaje, pero es que no puedo utilizar siempre el tesoro real para mis gastos. -digo aun riéndome- La gente sospecharía. Esta es la única manera para no llamar tanto la atenciones.

--- Oh -es lo único que le sale.

Después de una hora de trabajo atendiendo los clientes por fin la tienda se queda vacía. Al menos por un rato.

--- Carla, espero que mi presencia no te incomode. Lo cierto es que tu tía es una buena amiga mía y me hizo un tremendo favor. -confieso- Espero que tu y yo podamos llegar a ser buenas amigas.

Aguas Olvidadas { #Libro 2 }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora