Abro las puertas del castillo de cristal sin esperar a que nadie me reciba. Las sirenas que hay por aquí me miran sorprendidas por mi llegada y sus ojos se abren de par en par al ver el sequito que me acompaña.
Camino con pasos fuertes y me dirijo a la sala de reuniones.
-- Bienvenida, Reina Iliana -me dicen las mujeres que se encargan del mantenimiento del castillo.
Paso por su lado sin musitar palabra y abro las puertas del salon del consejo. Se encuentra en el ala oeste, y solo es posible acceder a traves de los jardines interiores. Una parte de las sirenas que representan los cinco oceanos en que esta dividido el mar me miran soprendidas al verme.
-- Iliana, ¿qué te ha pasado? -dice Caroline al verme.
No la culpo por alarmarse. Debo tener un aspecto lamentable. Ignoro su comentario y la miro con severidad.
-- Reune a las chicas. Esta noche tendremos una asamblea. Debo comunicaros algo muy importante -ordeno.
Ella me mira perpleja y niega.
-- La mayoria estan en sus mares, no creo que lleguen a tiempo -dice.
-- Esta noche Caroline, deben estar todas. Es muy importante. De máxima urgencia. Si no pueden desplazarse con sus vinculos que vengan solas. Si nadan a toda velocidad estaran aquí en pocas horas -le aviso.
Es sumamente importante que esto se realice cuano antes. Hay alrededor de treita chicas que llevan años queriendo ser rescatadas y que ya han perdido la esperanza. Es hora de darles un motivo para que vuelvan a tener fe.
Caroline traga saliva y asiente desapareciendo por los grandes portones. Me giro y me acerco a los Cullen.
-- Alrededor de la ciudad hay muchas cuevas donde avitan osos polares. Podeis serviros a vuestro gusto, pero no acabeis con todos -les aviso con una media sonrisa.
Ellos asienten y sin esperar un segundo desaparecen a toda velocidad. Estoy segura de que estan hambrientos. Y no los culpo.
Me vuelvo hacía los demás y sonrio levemente. Todos tienen un aspecto lamentable. Cansados, sucios, como si no hubieran dormido bien durante días. No me esperaba otra cosa después del largo camino que hemos recorrido hasta aquí.
-- ¡Sara! -llamo.
La sirena aparece tras la puerta y hace una leve reverencia.
-- Majestad -murmura.
-- Asignales habitaciones a cada uno y proveeles lo necesario -ordeno-. Nos veremos esta noche -digo dirigiendome a mis amigos.
Sin más dilación desaparezco tras las puertas seguida muy de cerca por Jake.
-- A donde voy no me puedes acompañar. Ves con los demás -le pido.
Él me agarra por eo brazo y me obliga a darme la vuelta.
-- Ahora que te he encontrado no te dejare de nuevo -dice-. No se como es para las sirenas pero te puedo decir que el que te alejaran de mi a sido lo peor que he experimentado en mi vida. Me sentia vacio sin ti -su mano se desliza por mi brazo hasta llegar a mi mano y entrelazar nuestros dedos-. Como si estubiera muerto en vida. No permitire que me alejen de nuevo de ti. Te necesito demasiado.
Acerco su mano a mi rostro y deposito un beso en ella. Le quiero. Es lo más importante para mi pero por una vez debo dejar mis deseos a un lado. Ya no soy una simple sirena. Soy responsable de miles de vidas. Quiera o no. Lo sabia desde antes. Nunca puedes huír del destino. Yo acepte el mio y ahora debo pagar las consecuencias de esa decisión.
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Aguas Olvidadas { #Libro 2 }
Fiksi PenggemarUn seguido de extrañas desapariciones de sirenas por todo el mundo comienza a ser preocupante. Todo se agraba cuando Carla, una sirena amiga de Ambre, desaparece. ¿Qué está pasando? ¿Quien lo está provocando? Estas preguntas impulsan a Ambre a volve...