Capítulo 16

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Cerca del 4 de enero todo volvió a la normalidad, mamá y papá viviendo su vida juntos pero cada uno en sus cosas, los padres de Teobaldo y él mismo estaban ajustando los detalles de las justas de finales del mes, Rosie y yo volvimos a ser ignoradas por completo. El momento perfecto para volver a nuestros escapes cotidianos.

Rosie: Voy al otro lado ¿Quieres venir?

Yo, dejando mi libro en la mesa: sí, no veo a ninguno de los chicos desde año nuevo.

Rosie, con una expresión de miedo: ¿De que hablas? La última vez que los vimos fue el día del patinaje. No hemos visto a ninguno desde entonces. ¿Qué hiciste Julieta?

Yo: Nada, nada... Se me cruzaron las ideas eso es todo.

Rosie: Julieta prométeme una cosa. Si haces algo, lo que sea, que involucre a cualquier Montesco, me lo dirás.

Yo: Te prometo que a partir de ahora te contaré lo que sea que haga que involucre a los chicos.

Al llegar a casa de los Montesco se nos indicó ir a su centro de entrenamiento, todos estaban reunidos, expectantes, desde sus escoltas y acompañantes hasta Mercutio y Benvolio.

Rosie: ¿Día de duelo?

Benvolio, con sarcasmo: Antes saludabas, un "buenas tardes Benvolio ¿Cómo pasaste las fiestas? te extrañé en las últimas semanas, mi vida sin ti es aburrida"

Yo: ¿Qué es día de duelo?

Benvolio, fingiendo exasperación: Pero ¿Quién las crió a las 2? 

Yo: jajaja buenas tardes, Benvolio.

Rosie: jajaja, ignóralo. volviendo a tu pregunta, así como tú, los muchachos entrenan y de vez en cuando tienen duelos abiertos, competencias menores para probar sus nuevas habilidades en un entorno controlado.

Mercutio, acercándose junto con Roberta: Pero vamos tarde, Romeo dijo que tenía un mensaje importante, aunque no se ha dignado en compartirlo. (acariciando el rostro de Roberta) Y bueno, Roberta se molesta cuando tiene que esperar.

Romeo, acercándose a nosotros: Vaya, viniste (tomándome de la mano) ven, tenemos que hacer algo. (acercándonos al centro del lugar) Antes de comenzar con este día de duelo, quisiera presentar formalmente a la dama que sostiene mi mano, algunos ya la conocen pero quería presentarla como se debe, Damas y Caballeros, les presento a Francesca, mi novia, y aunque no estamos casados les quiero pedir, casi que ordenar, que la traten como si fuera Lady Montesco, aquí ella es dueña de todo, sobre todo de mi corazón. (y ahí mismo me besó, intensa y eufóricamente)

Estaba completamente en shock y particularmente halagada, todos aplaudían a la feliz pareja y al regresar a mi sitio, la mayoría hizo una reverencia. No sé que acaba de pasar.

Rosie, haciendo una reverencia exagerada: Francesca, regálame 5 minutos de tu tiempo.

Yo: jajaja sabes que no tienes.

Rosie, en tono molesto: no es pregunta (llevándome fuera del lugar) Me puedes explicar ¿Qué demonios fue eso? ¿Novios? ¿Desde cuando?

Yo, con culpa: es... reciente...

Rosie, susurrando aún muy molesta: Giulietta Eleonora Sofia Capuleto ¿Cuando?

Yo: Año nuevo.

Rosie: ¿Sabe que es efímero y que estas comprometida?

Yo: Sí, de hecho todo esto pasó justo después de que le dije que mi mano le pertenecía a alguien más, Romeo sin dudarlo me besó y dijo que no le importaba si esto era para siempre o por solo un año, él me quiere a su lado y yo acepté al tiempo que nos dé Paris. Sabemos que tiene fecha de caducidad, pero no esperaba nada de esto.

El diario de JulietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora