Domingo, 14 de Enero de 2007.
Caminamos aquélla noche fría y oscura, sólo escuchamos los ruidos del bosque. Para romper aquél silenció le pregunté que buscaba, ella me respondió al elegido, el hombre que la amara tal y como es, yo le dije que como podía buscarlo así, llevada por el camino del placer a lomos de la pasión, Seras me miró y respondió que sólo aprendía para ese elegido. Entonces ella me preguntó que cuál era mí objetivó, le respondí firme que podar las ramas podridas del troncó vampírico pero que me parecía una tarea imposible, se río y respondió que ella las cortaría de un lado y yo del otro, nos reimos juntos pero llegue a la conclusión de que quería el último y ese era yo, ella deseaba que llegara ese día para entablar una lucha contra mí. Me preguntó por el rival de esa noche, le respondí que no era un rival normal, su nombre era Anderson y era un sacerdote curtido en la contienda contra los vampiros, no era normal había sido modificado físicamente, era una aberración de la naturaleza capaz de regenerarse.
Nos alejamos del camino en busca de un lugar claro en el bosque dónde poder enfrentanos eliminando cualquier desventaja sobre nuestros enemigos, llegamos al lugar y esperamos, Seras desmonta y espera impaciente la llegada del enviado del Vaticano. Después de varias horas de espera aparece una figura atravesando el bosque, se acerca a nosotros, era él, le saludé pero no me dio palabras, clavaba sus fríos ojos en los míos, como siempre empuñaba sus peculiares armas, bayonetas y su biblia. Me sorprendió la tensión del momento y Seras de retiró para no estorbar, le pregunté que tal se siente después de volver a la vida resucitado por el Vaticano para darme caza, siguió impasible. Me dirigí nuevamente a él y le llame por su verdadero nombre, Caín el que fue maldecido por Dios con la condena eterna de la inmortalidad y resucitación como lacayo del Vaticano, inmerso en su ira me corta la cabeza y caigo sin vida aparente al suelo. Seras se sorprende de como el padre de los vampiros puede dar caza a los de su estirpe. Desenvaina su espada y pronuncia una palabras haciendo brillar su espada, corré al encuentro atacándole ferozmente pero el esquiva los ataques sin problemas; abre su biblia y pronuncia un conjuró que la inmoviliza, Anderson se dirije a ella y le dice si tiene prisa por reunirse conmigo en el infierno donde su alma sería consumida en una infinita agonía. Seras lo mira con furia y Anderson le recuerda su pasado vampiro, aunque ya no era un vampiro, en su alma queda presencia vampírica de una anterior vida inmortal. Después de un largo rato de conversación la niebla y la oscuridad invade el lugar, Anderson mira a su alrededor extrañado, Seras sonríe y se alegra sabiendo de quien se trata. Rompo el tercer sello de restricción y vuelvo a la vida sin ningún rasguño, Anderson me mira mientras Seras esta inmóvil mirando la escena. Anderson me ataca con furia y esquivo los ataques sin problemas, me burlo de él y le digo que si es todo lo que me tiene que ofrecer, él empieza a sudar y se pone nervioso impotente de no poderme hacer nada. Decido romper el cuarto sello de restricción mientras Serás se impacienta, ella pronuncia unas palabras y se libra apartándose del lugar, yo invocó a todos los enemigos que he dado caza y absorbido su alma en el pasado, Anderson sin ninguna esperanza de victoria recurre a sus poderes y desaparece del lugar dejándonos solos. Vuelvo a mí estado normal, me disculpó por haber tardado en romper el sello de restricción pero quería saber de que estaba hecha, ella se enfurece y me réplica que no es un juguete que pueda manejar a diferencia de yo que estoy bajo las órdenes de una ama. Le ofrezco mis conocimientos vampíricos pero ella los rechaza orgullosa, ya ha estudiado a muchos vampiros y cada uno es diferente, le comento que yo soy el alpha y el omega de mí raza pero Seras hace oídos sordos y monta en su yegua. Me esperanzo de volverla a ver y ella me responde que no lo desea porque cada vez me detesta más, se aleja de mí orgullosa, me río a carcajadas y ella me lanza una daga clavandomela en el hombro. Sonrió porque ya teina un motivo para volverla a ver y devolverle la daga, me saco la daga del hombro y desaparezco en la niebla.
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El diario de Lord Alucard
VampireEsta es mí historia. Desde hace mas de 500 años todos me han conocido como: Vlad Tepes, Vlad Drăculea, Vlad el Empalador, Conde Drakul, Conde Drakula, soberano príncipe de Valaquia, pero en esta ocasión me conocerás como Lord Alucard, rey no vivo, a...