Capitulo 15

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Domingo, 23 de agosto de 2009.

Nos adentramos en la oscura noche llena de tinieblas, el bosque permanece en silencio, como si se ocultara de las criaturas que alberga en su interior. Cada paso nos lleva aun más adentro de aquel laberinto de piedras, arboles y maleza. Tras media noche caminando llegamos a lo que parece el fin del bosque, a lo lejos se divisa algo, parecía una ciudad, no era mala idea buscar refugio en alguna taberna e incluso me vino a la mente los recuerdos de cuando era un vampiro joven y alocado, las noches de diversión dando caza a los humanos, la sangre derramada con mis manos,gritos ahogados en tenebrosas calles, el olor del miedo de una presa que no se imagina que la observaba, su expresión desencajada y su mirada perdida al perder su última gota de sangre y su última esperanza de vida. Recuerdos que permanecen sellados en mí ser como las atrocidades que hice por ser de mi raza,por ser... una bestia sin moral. Tras encaminarnos hacia aquella ciudad me percate de su esplendor, su catedral y castillo eran inmensos, una muestra deque aquella población debía ser una de las importantes, se podía hacer una idea de la importancia de aquel sitio solo con el tamaño de sus edificios, a mayor castillo mayores serían las riquezas y a mayor catedral mayor número de fieles.Aunque para los humanos solo existía un dios en la tierra, que era el dinero, no menospreciaban en sus últimos momentos de vida la existencia de un dios piadoso que los acogiera después de la muerte, un pensamiento muy típico causado por el miedo a lo desconocido, al cielo o al infierno, al purgatorio de los pecados o a la salvación del alma, todo ello dependía de sus actos en vida o de la cantidad de dinero que donaran a la Hermandad, ese era el nombre de su religión, la Hermandad de los hijos del Salvador. La Hermandad no era más que una organización que se había fundado en el seno de la nobleza, profecías de"iluminados" y que vaticinaban la llegada de un mesías que debía descender a la tierra y conducirlos a través de la oscuridad y el pecado a la tierra prometida de la luz y la felicidad. Esta organización inicio una cruzada para exterminara los vampiros y casi lo consiguieron, gracias a la prepotencia de mi raza y la vagancia de siglos de fiestas de sangre y orgías que hicieron a los vampiros débiles ante unos humanos decidíos y fanáticos. Ante nosotros se encontraban las puertas de aquella ciudad, un mensaje escrito en su portal decía: "deja ante estas puertas todos tus pecados y honrar tu salvación con nosotros", ante aquel mensaje no pude evitar sonreír y sacar de mis adentros mi lado más perverso, una ciudad de corderos pero nada más lejos que la realidad a quea quel lugar emanaba un extraño poder que me era familiar. Seras entró con paso firme en la ciudad, yo la seguía, calles anchas se mostraban ante nosotros,pero estrechaban cuanta más cerca estaban del castillo. Nos paramos ante una posada que ofrecía habitaciones y buena comida, no vendría mal disfrutar de la comodidad de una cama ya que el sol pronto aparecería en el horizonte. Seras entró primero, el posadero la miro de arriba abajo y esbozo una sonrisa perversa, no era más que un viejo verde cuyo único placer era su imaginación y la imagen de Seras ante él; seguidamente entre yo y la sonrisa se borro de su boca, se dirigió hacia nosotros con una voz chirriante, preguntándonos por nuestras intenciones. Solo pasaríamos allí un día, el posadero respondió que serían cinco monedas de oro por habitación. Me aproxime a él y le entregué diez monedas de oro por mi estancia y la de mi acompañante, Seras me dio un codazo para hacerme saber que no le agradaba que pagara su habitación, pero no podía dejar de ser ante todo un caballero. El posadero nos entregó dos llaves,habitaciones contiguas en la primera planta de aquel tugurio. Subimos la escalera para buscar las habitaciones y descansar de aquel paseo nocturno.


El diario de Lord AlucardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora