Sábado, 24 de febrero de 2007.
Con pocas fuerzas nos dirigimos a una cueva cerca del bosque, donde cobijarnos del día que ya esta por venir, y así recuperar las fuerzas pérdidas. Me tumbó en un lado de la cueva, casi inerte, Seras con pocas fuerzas enciende una hoguera para calentarse, yo no la necesitó, hace tiempo mí cuerpo es frío, pero algo ha cambiado a causa de esta intrépida chica, en mí interior ha surgido el fuego de la pasión, no puedo mirar para ella y no desear poseerla en un acto de lujuria y placer carnal su cuerpo me atrae de extraña manera, jamás podré comprender como una humana podía tener tal belleza, su cara de ángel encierra el alma de un demonio que ha dado muerte a muchas criaturas, su destreza con las espada no es tan distante de su seducción, mujeres así han conseguido destruir muchos reinos, pero también conseguir el poder de otros, me surge la curiosidad de saber sobre su pasado, pero por el momento decido descansar.
Ella se acerca a mí, yo permanezco impasible dado mí estado, se agacha y me abraza apoyando su cabeza en mí pecho, la abrazo sin saber el porqué de su comportamiento, no buscaba calor ya que no lo despredo, tal vez sentirse protegida en mis brazos o intentar agradecerme de un modo el haberla salvado de las fauces de aquellas criaturas o del fuego abrasador del infierno. Se queda dormida junto a mí, intento dormir, pero el dulce olor de su cuerpo me seduce aún más, deseo morder su cuello, saborear su sangre y hacerla mía, convertirla en una criatura de la noche como yo y disfrutar de su compañía eternamente, pero sé que no es de su agrado el volver a ser una vampiresa. Cierro los ojos eh inteto dormir.
A la noche siguiente me despierto abrazado a ella, aún duerme, la observó y medio cuenta que duerme plácidamente, concilia el sueño rápidamente, lo que es resultado de una conciencia tranquila, no es como yo, las almas de los enemigos que extermine en el pasado me atormentan cada vez que cierro los ojos, sus ojos amenazantes tratan de conspirar en mí interior en un vano intento por salir de mí alma. Seras se despierta y me mira, se separa de mí y se acerca a la hoguera tratando de coger algo calor, me levanto y me acerco a ella, se levanta orgullosa y sale por la entrada de la cueva sin dirigirme la palabra. La sigo hasta que se detiene y se gira, me dice que no me debe nada, prefería haber muerto que deberme la vida, le digo que la pérdida de sangre hace las palabras confusas y no recuerdo que me hubiera dicho que deseaba morir. Me da una bofetada en la cara y me grita que no la siga, que no quiere saber de mí esa noche, que la deje en paz y si quiero volver verla que fuera al castillo de Camelot y trajera noticias de una buena caza o de lo contrario no querría volver a verme nuca más. Se aleja con pasos decididos, no la sigo y murmuró en mí interior, hasta la próxima mí caza vampiros.
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El diario de Lord Alucard
VampireEsta es mí historia. Desde hace mas de 500 años todos me han conocido como: Vlad Tepes, Vlad Drăculea, Vlad el Empalador, Conde Drakul, Conde Drakula, soberano príncipe de Valaquia, pero en esta ocasión me conocerás como Lord Alucard, rey no vivo, a...