Domingo, 11 de febrero de 2007.
Permanezco a su lado hasta que vuelve en sí, su estado era crítico, sus heridas profundas, y con escasas esperanzas de sobrevivir, tenía los pies casi en la tumba, era cuestión de tiempo que dejase este mundo. Al poco tiempo recupera la consciencia, le digo que podría salvar su vida convirtiéndola en drakulina, pero rechazó el volver a ser un vampiro, orgullosa se resignaba morir antes de vivir como vampiro, entonces tomé una decisión, hacía tiempo alguien me debía un favor, tiempo atrás fui su mejor cazador de almas, Seras se desmaya y posiblemente no volvería a despertar, decido perder ese favor. Dibujo en la frente de Seras un pentagrama con sangre y en mí pecho otro, pronuncio unas palabras en un lenguaje que no es de este mundo y que pocos saben, invoco al ser más temido en su mundo y parte de este ante mí. Se abren los suelos y sale un trono de sangre rodeado de calaveras, en el esta sentado el mismísimo diablo, me mira con ojos oscuros y atormentados, me viene a la cabeza como el ángel más bello del cielo se convirtió en ese ser, pero comprendí que yo soy su reflejo, él en el cielo y yo en la tierra, deseé más poder que cualquier otro humano y en esto me converti, en un ser que no esta ni vivo ni muerto, aún recuerdo las palabras de mí maestro: "No hay en el vasto y oscuro mundo de espectros y demonios ninguna criatura tan terrible, ninguna tan temina y aborrecida, y aún así aureolada por una aterradora fascinación, como el vampiro, que en sí mismo no es espectro ni demonio, pero comparte con ellos su naturaleza oscura y posee las mismas cualidades oscuras de ambos" sabias palabras.
El diablo se dirige a mí y me pregunta que deseaba, le digo que salve a Seras y me devuelva el favor, él se ríe a carcajadas, y me concede mí deseo, pero a condición de que volviera al lugar donde nací, el infierno.
Caigo al suelo inconsciente, Seras se despierta y me ve tendido en el suelo con una gran cicatriz en el pecho sobre mí corazón, se acerca a mí y me despertar con con un beso. No recuerdo nada hasta que pasa un tiempo, Seras me dice que no debí hacerlo y que hubiera preferido morir antes de deberme la vida, orgullosa como siempre, me mira a los ojos con un extraño brillo, parece que ya no me ve como un simple compañero de caza, ella me pide que la bese como jamás he besado a otra mujer, la abrazo y la beso apasionadamente en los labios agarrándola de la cintura con fuerza y saboreando la deliciosa miel de su boca, se separa de mí y me mira. Yo me separó de ella y le pido que fuéramos a un lugar más seguro, en mí estado no podría hacer mucho ante un ataque.
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El diario de Lord Alucard
VampireEsta es mí historia. Desde hace mas de 500 años todos me han conocido como: Vlad Tepes, Vlad Drăculea, Vlad el Empalador, Conde Drakul, Conde Drakula, soberano príncipe de Valaquia, pero en esta ocasión me conocerás como Lord Alucard, rey no vivo, a...