N u e v e

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J o n g S u k

Miré fijamente cómo le colocaban con delicadeza su maquillaje a ____, la maquilladora intentaba no desviar la mirada a mí, lo cual parecía ser una tarea muy difícil para ella por el rubor que se esparcía en sus mejillas cada vez que nuestras miradas se encontraban. Solo le sonreí educadamente mientras ____ me alzaba el dedo del medio con su mejor expresión de fastidio. Le saqué la lengua en respuesta y ella bufó, volviendo las manos a su regazo, jugando con sus dedos.

Siempre que se pone nerviosa, reacciona igual, juega con sus manos en su regazo, consigue cualquier excusa para no sostener la mirada de nadie. Cuando podía le resaltaba sus movimientos inconscientes y ella paraba de hacerlos. Esta vez, solo disfruté de su nerviosismo.

—¿Te pongo nerviosa aún? Tomaré eso como un buen indicio —sonreí y se volteó a encararme.

—Me siento acosada, lo cual es diferente, ¿no tienes nada que hacer además de asustar a mi maquilladora?

Sonreí negando— No, la verdad no.

—Antes siempre tenías algo que hacer, nunca podías hablar, ¿por qué no haces eso de nuevo? 

Dejé salir un suspiro lentamente, haciendo más ruido del necesario para agregarle dramatismo.

—Eso fue un golpe bajo —entrecerré los ojos. Ella se levantó de su asiento yendo a cambiarse el vestuario— ¡Bizcochito!

—¡No me llames así otra vez!

Hace tres años.

Mi celular sonó en todo el set antes de que iniciara la escena, con vergüenza me excusé y fui a buscarlo. Mi maquillista me lo extendió con la pantalla hacia arriba para que pudiese leer quién era. 

"Bizcochito de canela". Le había colocado el apodo luego que chillara lo bien que olían los bizcochos de canela los cuales claramente no podía comer. Chilló tanto por ellos que busqué una receta similar para que probara algo que supiera lo más cercano posible a la canela.

Sonreí agarrando el celular, en Los Angeles era de noche por lo cual seguro solo me llamaba para desearme las buenas noches. Contesté sin esperar un segundo más y su voz alegre sonó del otro lado de la línea.

—Buenas, ¿hablo con el amor de mi vida? 

—El mismo al habla, pero me temo que estoy algo ocupado, amor. Voy a grabar una escena —pude escuchar su quejido del otro lado seguido de un suspiro. 

—Todo sea por verte en un drama otra vez, has tardado. Te llamaba para darte las buenas noches y advertirte que no disfrutes mucho las escenas de besos.

—No podría disfrutarlas si no son contigo —mi personal, que estaba cansado de mis palabras empalagosas, rodaron los ojos.

—Hm, más te vale. Mucho éxito, amor. Buenos días —se despidió.

—Buenas noches, te amo —le mandé un beso y ella me imitó agregando "Yo más" antes de colgar.

—Eres aún más cursi fuera de pantalla —murmuró mi co-estrella burlona a lo que respondí sacándole la lengua.

Presente.

Pensar en el pasado me hace ver que pasábamos más tiempo separados que juntos, los últimos meses de la relación apenas podíamos hablar una vez al día. Hubo un tiempo que solo escuché de ____ por las noticias. Y he de admitir, que en parte fue mi culpa.

Pasé mucho tiempo planificando y abriendo la empresa de entretenimiento buscando mi independencia y quería que fuese sorpresa, llegó un momento que me quedé sin excusas para explicar por qué estaba ocupado, por lo que evadí sus llamadas o mensajes por consiguiente. 

Obviamente, eso no la hizo feliz.

En mi defensa a mí tampoco. 

—No intentes hacer nada esta vez —me señaló.

—Tranquila, solo disfrutemos la escena —sonreí siguiéndola al set. Lee Soo Hyuk nos miró y carraspeó antes de unirse a la conversación.

—¿Todo listo? —preguntó sonriéndole a ____. Mentiría si dijera que no ardo en celos. Obviamente estoy muy irritado con lo apuesto que es y que ella lo reconozca. En voz alta.

—Todo listo, ¿quieres practicar las líneas antes de empezar? —se acercaron a una mesa pequeña que estaba al lado de las sillas del equipo. Agarraron un par de guiones y empezaron a practicar. Sé perfectamente lo que hacía, cada vez que veía los kdrama con Lee Soo Hyuk en ellos chillaba de lo profunda y perfecta que era su voz.

Sentí a alguien detenerse a mi lado y volteé a ver a la castaña con lentes redondos masticando su chicle. 

—¿No deberías estar en casa con tu hija? —le pregunté a Lana. Ella negó con la cabeza.

—En realidad debería estar en el otro estudio, pero me equivoqué. Aproveché para saludar, si sigue esto así tal vez mates a alguien —señaló entre ____ y yo con una ceja alzada.

—Creo que ya dije esto antes, pero si alguien muere creo que sería yo en manos de ella. Si es que se da cuenta de que estoy aquí. Cuando está Lee Soo Hyuk yo desaparezco. 

Lana soltó un sonido entre un bufido y una risa.

—Ella antes me pedía que le leyera cuentos porque amaba mi voz, ¿piensas que no reconozco sus estrategias para babearse por voces graves? —la señalé y Lana bajó mi mano antes que la nombrada se girara a verme.

—Estás siendo ridículo.

—¡No lo estoy siendo! Es verdad, pero la conozco muy bien, me aseguraré de conquistarla de nuevo. Le puedes preguntar a Tony por mi maravilloso plan.

Alzó su vista a mí con la barbilla alzada y una mueca de burla.

—Entonces no solo tú estás siendo ridículo. Eres tú y mi esposo.

—¡Trabajando juntos somos una mente brillante! ¡¿Ok?! Hablando de tu esposo, deberías dejar de trabajar tanto e ir a verlo. No deja de escribirme, llamarme, hasta se aparece por aquí.

En el rostro de Lana se reflejó preocupación, en un parpadeo ya no estaba.

—Cuando termine este próximo trabajo ya tendré más tiempo —parecía que se mordía una mejilla por dentro y ahora el que alzaba la ceja era yo. Si algo tenía Lana es que nunca lucía preocupada como ahora, no es algo común en ella.

—¿Estás segura de que no te estás sobrecargando de trabajo a propósito? ¿Quieres hablar de algo? —ella negó repetidamente la cabeza— Lana sabes que puedes-

—Hablamos luego, me está entrando una llamada, lo siento Jong Suk —se disculpó con una sonrisa falsa. 

A alguien se le olvidó que el actor soy yo, no ella.

On The Scene; Lee Jong Suk (2do libro de SCENE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora