Luego de 5 años la pareja que causó furor en los medios, _____ Benson y Lee Jong Suk, se vuelven a reencontrar inesperadamente en otra novela coreana escrita por su amiga en común Lana Song. La escritora estaba más que contenta de volver a traer a l...
Mi primera demostración de amor a Jong Suk fue comprarle sus chocolates favoritos cada día. En ellos dejaba una nota con un pequeño mensaje cursi que lo hacía sonrojarse. En mi última caja enviada lo invité a una cita romántica el viernes saliendo del trabajo.
Como respuesta me envió unos caramelos y una notita con su caligrafía que decía que no podría estar más emocionado por ir a una cita conmigo.
Llegó el viernes y me arreglé con mi mejor vestido rosa pálido, tenis crema, y me hice una cola alta. Nuestra cita era en un lugar sorpresa, por lo que tenía que pasar buscando a Jong Suk.
El susodicho se encontraba esperando en el lobby de su edificio donde rentó un apartamento por el tiempo que durará grabando la película y sonrió al divisar mi auto. Tenía puesta una camisa de lino blanca, unos pantalones azul marino y sus tenis blancos.
—¿Adónde planeas llevarme? ¿Es este el gran gesto del que tanto hablas?
—Este es solo el inicio de mi gran gesto. Para demostrarte lo mucho que me gustas.
Me miró arqueando una ceja y rió negando con la cabeza.
—Te he dicho y demostrado varias veces que no necesito gestos grandes, con saber que te gusto de verdad es suficiente para mí.
—No arruines mi sorpresa.
Él me miró con recelo, ceño fruncido y sus labios ligeramente torcidos, pero no dijo nada.
Estacioné el auto en el Echo Park y ambos bajamos a la vez. Jong Suk sostuvo mi mano y me dejó guiarlo al lago donde estaban los botes en forma de cisne iluminados con luces led, adornando la oscuridad del parque.
Me miró con duda y sonrió de lado.
—¿De verdad quieres subir a esos botes?
—Claro, ¿por qué no? Es romántico.
—¿Hacer ejercicio es romántico?
—¡Jong Suk!
—¡Solo quiero estar seguro de que no te arrepentirás!
Lo empujé con el hombro y él a mí.
—Vamos, hice una reservación —lo halé hasta llegar al muelle donde un señor con una gorra con un logo de cisne esperaba con una lista en sus manos.
Al darle el nombre falso que usé para la reservación, él sonrió y acercó el bote hacia nosotros. Luego de explicarnos cómo funcionaba la direccional -un tubo de metal entre ambos asientos- y que tenemos que pedalear para que se moviese, invitó a Jong Suk a subir al bote. Este temblando logró subirse y me extendió su mano para hacer igual.
Empezamos a pedalear y él se veía contento, como un niño con un dulce.
—Admito que, me gustó tu idea, saludable, romántica y en el medio de un lago.
Reí inclinándome hacia él y él se inclinó alejándose.
—No más besos para usted, señorita, debe ganarse mi corazón.
—Pensé que eso hacía.
—Eso no es justo, me estás manipulando —se recostó de su silla y me sonrió. Me voy a derretir.
Nos miramos por lo que sentí, fueron horas, hasta que él rompió la conexión de miradas. Siguió pedaleando, llevándonos al centro del lago y relamí mis labios.
—Te traje aquí para preguntarte... ¿Quieres acompañarme a la fiesta en San Francisco?
Su sonrisa no podía ser más brillante, es imposible ser tan perfecto y aún así... ahí está Jong Suk, brillando más que las estrellas.
—Por supuesto —sonrió inclinándose a darme un beso en la mejilla.
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Cuando aterrizamos a San Francisco, Jong Suk hizo lo mejor que pudo para mantenerse alejado de mí lo políticamente correcto. Es decir, no quiso compartir habitación de hotel pero la suya está justo al lado de la mía.
Frederick y Wren habían venido conmigo y otros artistas de la compañía a esta fiesta. Wren decidió compartir habitación conmigo y estábamos viendo los vestidos que teníamos de opciones para esta noche.
—Me gusta el negro —señaló Wren inclinando la cabeza a un lado viendo el azul y negro uno al lado del otro.
—A mi igual, con mis tacones negros con plateado...
Wren chasqueó los dedos y me señaló.
—Y un moño y collar plateado.
—Me gusta la visión.
Las dos reímos y empezamos a vestirnos. Ella usaría un vestido verde esmeralda que se sujetaba en el cuello y tenía la espalda descubierta.
El negro que usé es totalmente negro con espalda descubierta. En la cintura tenía unas joyas que hacían la forma de rayos. Daba la sensación que representase una noche estrellada, lo amaba.
Las estilistas llegaron para arreglar nuestro cabello y maquillaje. Mientras arreglábamos nuestros vestidos Wren aclaró su garganta.
—Sabes que tuve que hablar con Youngjoo y no pensé que hablara tan bien inglés —se sonrojó y la miré sobre mi hombro mientras ella subía la cremallera del vestido.
—No puede ser Wren, ¿te gusta Youngjoo? ¿Qué pasó con Dana? —me volteé tan pronto pude y ella rodó los ojos.
—Dana y yo terminamos hace meses ya, además, ¡solo hice un comentario! Es lindo pero no me gusta —con cada palabra su rubor se ponía más fuerte y reí para mis adentros.
Alcé las manos mostrando mis palmas en señal de paz.
Alguien tocó la puerta y Wren se encaminó a abrirla lo más rápido posible para evitar la conversación.
—¡____! ¡Jong Suk está aquí!
—Justo a tiempo —sonreí para mi misma.
Jong Suk estaba apoyado del marco de la puerta con un tobillo sobre el otro. Su traje negro y corbatín negro lo hacían ver como millonario de kdrama, un sueño.
—¿En qué lo puedo ayudar, caballero?
—Pues, quería saber si usted estaba lista para encaminarnos a la fiesta, y la verdad, está hermosa —tomó mi mano y besó mis nudillos.
—Usted no se queda atrás, que hermoso se ve —besé su mejilla dejando una marca de labia— ups.
