Luego de 5 años la pareja que causó furor en los medios, _____ Benson y Lee Jong Suk, se vuelven a reencontrar inesperadamente en otra novela coreana escrita por su amiga en común Lana Song. La escritora estaba más que contenta de volver a traer a l...
Llevaba toda la tarde arreglándome, hoy por fin saldría a una cita romántica con Jong Suk luego de meses sin verlo. Él había cancelado múltiples veces esta cita por sus negocios aquí en Los Ángeles, lo cual era un poco (por no decir muy) irritante.
Creí que esta visita iba a ser diferente porque me había dicho que tenía algo que decirme. Lo primero que pasó por mi mente fue que me propondría matrimonio, pues lo habíamos hablado un par de veces y los dos estábamos en la misma página de que estábamos listos para dar el siguiente paso.
Aunque, a pesar de haberlo hablado, no ha habido ningún cambio en nuestra relación en meses. No nos habíamos podido ver debido a su trabajo con la empresa. La última vez que nos vimos fue cuando nació Amelia, después de eso, él prometió venir a Los Angeles, lo cual también suspendió mucho.
Me coloqué mis aretes de perlas y brillo labial mirándome en el espejo. No estaba segura de qué íbamos a hacer, pero estoy segura de que será increíble.
—¿Estás lista, amorcito? —la voz de Jong Suk interrumpió mis pensamientos. Me levanté mostrándole mi conjunto y él sonrió.
—Estoy lista amorcete —le respondí en tono burlón.
—Te ves hermosa —me dio un beso en la mejilla. Sonreí sonrojándome levemente.
—Tú no estás tan mal —lo miré de arriba abajo, estaba vistiendo un traje oscuro con una camisa blanca desabotonada en el cuello, exponiendo su clavícula. Me acerqué a él apartando la camisa de su cuello y planté un beso allí que lo hizo estremecerse bajo mi tacto. Me alejé para ver mi obra de arte, mis labios rojos quedaron marcados en su piel expuesta—. Ahora estás perfecto.
—Gracias, yo decía que me hacía falta un accesorio —sonrió agarrando mi bolso, sacó de él mi brillo y sujetando mi barbilla, me re-aplicó el labial— Vamos, tenemos una reservación —besó mi otra mejilla, guardó el labial en el bolso y salimos.
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Durante la cena todo fue bien, aún no me hacía la pregunta. Mirando mi alrededor no creo que lo fuese hacer porque algo que habíamos acordado era no hacerlo en público. Él se veía nervioso, no dejaba de revisar su celular con leves toques en la pantalla a ver si le llegaba una notificación.
—¿Está todo-? —Jong Suk brincó del asiento al ver su celular brillar con una llamada. Se excusó y salió al exterior por un momento. Suspiré mirando sobre mi hombro a mi novio hablar por teléfono. Algún día le quemaré ese celular.
Me levanté al terminar mi plato y me acerqué a donde él se encontraba a espaldas del sitio.
—No, hoy se termina mi relación con ella.
Me detuve en seco.
—¿A mí qué me importa con quién se relacione? Ha traído más problemas que soluciones, ¿Sabes todo el dinero que he perdido por mantener esta relación?
A ver, podría estar hablando de uno de sus talentos... no habla sobre mí, seguramente es sobre alguna actriz que le causa problemas.
Abrí mi boca para decir algo cuando él volvió a hablar.
—No, está bien que preguntes para confirmar. Igualmente no es como si estuviésemos casados ni nada del estilo. —rió sin gracia.
Sentí las lágrimas quemar mis ojos, me alejé adentrándome de nuevo en el restaurante y me senté a esperar la cuenta. ¿A esto se debía su distancia? ¿Que ni sintiera su presencia cuando estaba justo al lado mío?
No vi el total cuando le di mi tarjeta al camarero y se retiró sin una palabra cuando Jong Suk llegó a sentarse.
—¿Ordenaste postre, amorcito? —me sonrió. ¿Qué tan cínico podía ser? Si lo va a llevar así hasta el final, lo cortaré de raíz. A mí no me van a dar largas. Podría simplemente haberme dicho que no quería casarse conmigo, no quería un futuro juntos. Dios, podría haberme dicho cualquier excusa.
—Quiero que terminemos —espeté. Jong Suk se quedó congelado en su asiento, todo color había desaparecido de su rostro, ¿Sorprendido que soy yo la que lo hizo primero?
El mesonero que volvía con mi tarjeta casi se le cae de la sorpresa. Se la arranqué y salí del restaurante.
