T r e i n t a

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B o G u m

—Recuérdame... ¿Cómo cambiamos Italia, comer pasta y navegar... a Los Ángeles a arreglar una propuesta de matrimonio? —pregunté quejándome de lo obvio.

Lana me vio mal y negó con la cabeza.

—Es un momento importante para nuestros amigos, además ellos ayudaron mucho a que nuestro matrimonio no se viniera abajo. No seas así.

La miré ofendido mientras dejaba de esparcir pétalos falsos por el suelo.

—¡Ey! ¡Para eso le hacemos una fiesta a nuestra psicóloga!

Lana no pudo contener su risa y sus carcajadas me contagiaron y empecé a reír con ella.

—Está suspendido el viaje, no es que no iremos —me besó en la mejilla— ve esto como una escala entre Corea e Italia.

—Ya veo, te gusta alargar el viaje porque suena más largo a lo que realmente debería ser.

—Ya basta sabelotodo.

La besé y ella río en mis labios.

—Muchachos, quiero mas petalos esparcidos, vamos —demandó Jong Suk y alcé la ceja.

—Estas mandón.

—Estoy nervioso.

—Todo estará bien, tranquilo. Nuestra chica con tal de que salga de tus labios estará supremamente feliz.

Jong Suk asintió mirando nervioso su reloj. Nosotros no estaremos durante el momento, pero les organizaremos una fiesta pequeña para felicitarlos. Le di una palmada en la espalda y le sonreí.

—Sé lo que sientes, estás que tu corazón no entra en ti, como si tu alma fuese a salir de tu cuerpo, tus manos no dejan de sudar, no te puedes concentrar, como que tus piernas-

—Tony, de verdad no estas ayudando ahora —Jong Suk me vio con carita de perro mojado y suspiré.

—PERO —seguí— Estarás bien. Tu idea es linda, a ella le encantará. Nos aseguramos de que no había canela en ningún lado y mientras no la hagas desmayar de nuevo estoy seguro que todo estará bien.

Lana se rio negando con la cabeza y Jong Suk hizo igual. Me abrazó, a lo que, yo sorprendido, lo rodeé con mi brazos y palmeé su espalda.

—Quédate tranquilo, saldrá espectacular.

Llevé a Lana a comer luego de ayudar a nuestro amigo para la propuesta de esta noche y decidimos caminar por una de las playas cercanas

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Llevé a Lana a comer luego de ayudar a nuestro amigo para la propuesta de esta noche y decidimos caminar por una de las playas cercanas.

Con una mano llevaba sus zapatos y con la otra sostenía su mano. Lana sonreía mientras mojaba sus pies en la orilla.

—Amor —la llamé y ella volteó con una sonrisa.

Llevaba tanto tiempo sin verla sonreír tanto y tan vivaz. Estoy tan alegre que las cosas vuelvan a funcionar como antes.

Dejé los zapatos a un lado, di la vuelta para quedar frente a ella y mojar mis pies en el agua también.

—¿Qué haces?

—Sé que hemos pasado un año muy difícil por lo que... —me arrodillé y me miró más preocupada que sorprendida— ¿Te gustaría... —en ese momento una ola golpeó mi espalda fuertemente empujándome hacia al frente, haciéndome chocar con las piernas de Lana y hacerla caer— ¡Joder! —maldecí— se puede ser... —otra ola me golpeó esta vez llenando mi boca de agua salada y empecé a toser cuando logré salir.

Lana empezó a reír descontroladamente y me besó.

—No sé qué ibas a pedirme pero solo por eso, todo lo que quieras, amor —reía como loca y entrecerré los ojos.

Me levanté y la alcé en vuelo poniéndola en mi hombro y me adentré en el agua. Me sumergí con ella en brazos y su risa se vio ahogada.

Cuando salimos a la superficie, Lana seguía sonriendo y yo le sonreía a ella.

—Dicen que si te lanzas al mar de espaldas siete veces te quitas la mala suerte.

—Si lo hago catorce seguro me la quito por dos años —me lancé de espaldas y ella rió.

Cuando volví a la superficie la rodeé, pasando mis brazos por su cintura y nos lancé juntos de espaldas.

—Si lo hacemos los dos es como hacer veintiocho —sonreí y ella negó secándose los ojos.

—No creo que tengas que limpiar tanto tu aura —negó con la cabeza.

Le di la vuelta para que me mirara, me agaché un poco en el agua para quedar a la altura de sus ojos y la abracé.

—¿Aceptarías renovar votos? Eso es lo que te iba a pedir.

Por un momento ella se quedó en silencio y solo sentí su asentimiento en contra de mi pecho.

—Todos los años si lo sientes necesario —me besó.

—No me retes que te tendré haciéndolo cada año —besé su mejilla.

[N/A]

La semana que viene subiré el final y el fin de semana capítulos extra.
¡Espero estén disfrutando la segunda parte!

On The Scene; Lee Jong Suk (2do libro de SCENE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora