A diferencia del mundo muggle donde la vida parecía transcurrir con total normalidad, sin nada que perturbara la paz de dichos habitantes, las cosas en el Mundo Mágico estaban cada vez más complicadas a pesar de la reticencia de algunos por aceptarlo, sobre todo por parte del Ministerio de Magia quien intentaba mantener la calma y desacreditar a todo aquel que quisiera mencionar o confirmar la veracidad de los acontecimientos ocurridos durante el Torneo de los Tres Magos.
- Es hora, chicas – un hombre de apariencia extraña se acercó a dos mujeres que se encontraban sentadas en una cafetería – tenemos que irnos
- ¿Seguro que quieres que vaya, Moody? – una de ellas, pelinegra lo miró
- Sí, a pesar de nuestras diferencias al principio sé que eres una de las mejores para estar con nosotros – asintió – andando
Al salir de la cafetería caminaron por las transitadas calles de Londres hasta llegar a un callejón designado para desaparecer y aparecer en otro muy cerca de su ubicación final, Moody no dejaba de observar con bastante paranoia hacía todos lados obligando a ambas mujeres a caminar para desviarse de su destino, antes de finalmente llegar allí, pensaron en la dirección viendo aparecer una casa entre el número 11 y 13, sorprendiéndose de escuchar un poco de ruido al entrar, pues se suponía que tenían que ser los primeros.
Se encontraban en el 12 de Grimmauld Place, el lugar era la antigua Mansión Black, lugar que ahora le pertenecía a Sirius, por lo que había decidido cederla como cuartel para la Orden del Fénix, después de todo no podía salir de ahí debido a que seguía siendo una persona de interés para el Ministerio después de haber escapado de Azkaban, así que pensó que esa sería una manera de ayudar y sobre todo estar cerca de la acción, por lo que todos los que se quedaran allí tendrían que ayudar a convertir la casa en un sitio más habitable, después de estar tanto tiempo abandonado.
En lo que el hombre se encargaba de presentar a Nymphadora Tonks, quien claramente gritó quejándose de que mencionaran su nombre, la pelinegra por su parte decidió dejar las pertenencias de ambas en una habitación antes de bajar para unirse a los demás en la cocina. Cuando los recién llegados Weasley se giraron al escuchar la puerta abrirse nuevamente, se sorprendieron de ver una mujer pelinegra, con una expresión bastante seria y más pálida de lo que sería cualquier persona, acercándose a ellos.
- Cariño – Molly se acercó para rodearla en sus brazos – es bueno verte otra vez
- Siempre es un placer verla, señora Weasley – asintió regresándole el abrazo
- ¿Cuántas veces tengo que decirte que me llames Molly? – negó antes de girarse a sus hijos – quiero presentarte a Fred, George, Ginny y Ronald – cada uno fue levantando la mano
- Soy Valkyria Tonks – sonrió de lado estrechando la mano con los chicos – supongo que tú eres en realidad George y tú Fred – vio la sorpresa en estos
- ¿No eres demasiado joven? – George la miró de pies a cabeza
- Ella forma parte de la orden desde hace un par de año Moody se acercó palmeando la espalda de la pelinegra –va a estar aquí todo el tiempo para cuidarlos
- Y, por cierto, tengo 22 – asintió mirando a los gemelos – voy a estar atenta a sus bromas
- Supongo que la de cambiar nuestros nombres no sirvió de mucho – Freud bufó sorprendido de que se hubiera dado cuenta
- Bueno, tengo que irme – Moody miró a las hermanas – Tonks ¿podrías enseñarles el resto del lugar?
- Claro – asintió mirando a los jóvenes – por aquí
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Blood
FanfictionLas cosas en el mundo mágico al pie de una guerra, sólo puede terminar bien con ¿amor?