Blood

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- Valkyria... - detalló su aspecto una vez que la luz la ilumino – ¿Qué fue lo que hizo?

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Sentía frío...algo húmedo escurriendo por su cuerpo y no estaba plenamente consciente de que podía ser lo que ocurría, hasta que comenzó a abrir los ojos solo para darse cuenta que estaba en ¿los calabozos del castillo? No era un lugar que amara visitar de pequeña, ni mucho menos estar encadenada a un muro ahora de adulta, escuchó una risa irónica en la puerta reconociendo a Umbridge rápidamente.

- Veo que decidiste unirte de nuevo al mundo de los vivos – se rio cubriéndose la boca – una disculpa, a veces olvido que en realidad estás muerta, vampiro

- Porque no te acercas y te demuestro lo viva que estoy – la miró tironeando las cadenas

- Me gusta tu esfuerzo por amenazarme, Valkyria – se acercó clavando la punta de su varita en su mejilla – pero sé perfectamente que jamás te has alimentado de humanos

- ¿No te gustaría ser la primera? – sintió un ardor en su cuerpo – hija de...

- Ese vocabulario no va a hacer que te vayas de aquí pronto – la miró frunciendo el ceño – quiero que me digas lo que están tramando, ¿Por qué estás aquí?

- Estoy aquí porque una desquiciada mestiza me encadeno a la puta pared – tironeo una vez más las cadenas para soltarse sintiendo más fuerte el ardor

- ¿Qué es lo que está tramando Dumbledore? – la miró con furia

- ¿Qué te hace pensar que de saberlo te lo diría particularmente a ti? – se rio intentando ignorar el dolor

- Porque imagino que quieres seguir existiendo, protegiendo al joven Potter y a la señorita Granger – vio fruncir el ceño – vaya...cuando Cornelius se entere de que un vampiro se enamoró de una menor de edad van a quitarte el anillo y quemarte viva

- ¿Qué va a hacer cuando se enteré de todo lo que has hecho con los estudiantes? – vio la sonrisa triunfal borrarse de nuevo – eres oscura Dolores, es una pena que finjas tan mal

- No tanto como tu pretendiendo que eres buena, cuando realmente eres un monstruo

- Ahí te equivocas otra vez – sonrió con cierta satisfacción al ver su confusión – acepté mi oscuridad hace mucho tiempo, y no me importa ser un monstruo a diferencia de ti

Había tocado todos los puntos sensibles para que la mujer enfureciera y decidiera desatar su ira contra ella, los años pretendiendo ser sumisa con el ministro para ascender de puesto, para vengarse de todos los que una vez dudaron o se burlaron de ella...ahora tenía el poder y una maldita vampiro no iba a quitárselo, así que la torturo día y noche provocándole millones de cortes en todo su cuerpo, tanto externos como internos.

Perdió el sentido de cuantos días llevaba así, apenas siendo alimentada con pocas gotas de sangre de animal para que no muriera, pero no lo suficiente para sentirse saciada y curarse con rapidez...esa maldita mujer estaba haciendo que perdiera la paciencia, burlándose de ella, pero molestándose cuando le retrucaba cada palabra. Fue así hasta que vio que la puerta se abría nuevamente revelando a Snape ahí.

- Ahora mismo no importa, Severus – negó aceptando la petaca que le entregó bebiendo la sangre sin sentirse del todo satisfecha – voy por ellos, tú ve por el resto

- Estás débil – tomó su mano al ver la decisión en el rostro – él va a estar ahí y lo sabes

- No me importa – se soltó con suavidad mirándolo – después de todo quizás te deshagas de mí al final del día considéralo un ganar – ganar