N.A: quedan pocos capítulos para despedirnos de la historia. Los leo en comentarios, saludos!
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- Podemos pensar en algo luego – asintió llevando sus manos también al borde de la camiseta que estaba usando – pero ahora mismo quiero besar todas las heridas que tengas
- Estoy completamente de acuerdo, antes de que a Tonks se les ocurra interrumpirnos de nuevo
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En ese momento se miraron con todo el amor que estaban sintiendo, Val acariciando la cintura desnuda de su esposa después de haber desprendido cada botón de su camisa sin segundas intenciones pues sabía que tenían la tarde "libre" y quería aprovecharla quizás caminando por los terrenos del castillo. Quería que la castaña disfrutara de sus últimos meses en la escuela que tantas cosas le había traído a su vida desde que se enteró que era una bruja, así como Hermione quería cumplir su palabra de besar cada herida que tenía su pelinegra luego de quitar su camiseta.
Se permitieron quedarse ahí unos momentos, antes de vestirse y salir del salón de DCAO conversando de algunos temas de las materias, después de todo Val tenía muchos conocimientos sobre todo al pasar sus noches despierta leyendo, al menos antes de conocer a su castaña. Se cruzaron con varios alumnos que las miraban con curiosidad imaginándose de que al pelear juntas en la guerra habían creado una fuerte amistad, sin imaginarse que las alianzas que ambas portaban eran compartidas con la otra.
Vieron que el equipo de Gryffindor estaba entrenando en el estadio de Quidditch, así que decidieron dirigirse allí encontrándose con Luna conversando sobre cómo veían al equipo para los próximos partidos, Ginny sin dudas se estaba luciendo como capitana en su último año y Val no dudaba que la reclutaran para jugar profesionalmente al terminar las clases.
Notaron que una lechuza se acercaba hacia ellas, sorprendiéndose un poco al ver que se trataba de un mensaje de la directora McGonagall pidiéndoles que se reunieran con ella en su oficina, Hermione no pudo evitar reírse de la expresión cansada que tenía su pelinegra pues ya imaginaba que su madre encontraría una razón para regañarla a pesar de que ya era una adulta completamente independiente y casada.
- Profesora McGonagall – Hermione sonrió a su suegra una vez que les permitió el paso a su oficina - ¿nos buscaba?
- Pasen por favor – asintió señalando los asientos frente a su escritorio, notando la mirada de su hija - ¿ocurre algo Valkyria?
- ¿Vas a regañarme por algo nuevo, mamá? – levantó su ceja escuchando la risa de su madre
- En realidad, quería entregarles una carta que envió Kingsley para ambas – les entregó un sobre – y esto lo envió aparte para ti
- Pensé que ibas a regañarme por algo – estaba realmente aliviada tomando el paquete en sus manos – dice que es del viejo ministro de magia
- ¿El vampiro? – Hermione se giró mirando a su esposa sosteniendo el sobre para ambas, viendo que asentía – puede ser una trampa
- Imagino que Kingsley lo revisó meticulosamente con magia antes de enviarlo al castillo – lo dejó a un lado – es más importante la carta
- Entonces vamos a descubrir de que se trata
Hermione abrió el sobre sacando la carta, leyéndola a la vez notando que el ministro y amigo de ambas les explicaba que la conocida Casa de los gritos era propiedad de Hogwarts, lo que significaba que cualquier plan que tuvieran de comprarla o incluso renovarla debían pedir autorización o discutirlo con la directora. Cuando terminaron de leer, levantaron la mirada encontrándose con una inmensa sonrisa de Minerva, quién les tendía un pergamino demasiado antiguo para ser de ese siglo dejándolas bastante confundidas.
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Blood
FanfictionLas cosas en el mundo mágico al pie de una guerra, sólo puede terminar bien con ¿amor?