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N.A: quizás tengan sus sospechas, me encantaría leerlas. Saludos!

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Molly se había tenido que cambiar por ropa muggle para no llamar tanto la atención mientras se dirigían caminando hasta el lugar, manteniendo una conversación amena al principio sobre el hecho de que la pelinegra no vestía túnicas ni nada que pudiera demostrar que en realidad era una hechicera.

- Prefiero la comodidad de unos pantalones y una camisa – se encogió de hombros – o una remera muggle

- Es bastante admirable la verdad – miraba un poco confundida las calles – que cosas más extrañas tienen a veces

- Creo que podrían sorprenderte más si los conoces mejor – sonrió un poco divertida – ya casi llegamos

- Entiendo que tenemos que tener cuidado – miró a la joven – pero tener que buscarla dos paradas más lejos, es un exceso

- Estoy de acuerdo, pero no quiero molestar a Moody cuando por fin estamos llevándonos bien – asintió caminando

- Quizás podemos aprovechar para conversar un poco ahora que mis hijos no están para escuchar – Molly miró a la joven

- Claro, Molly – asintió mirándola - ¿Qué dudas tienes?

Se sorprendió escuchando sus preguntas antes de reírse y comenzar a contestarlas, claro obviando algunos detalles que no eran relevantes para ese momento, dejando bastante más tranquila a la matriarca Weasley sobre la situación. Incluso sobre el hecho de porque Moody no confiaba al principio en ella y todo lo que tuvo que trabajar para conseguirlo.

Cuando finalmente estuvieron en la entrada de la estación donde recogerían a Hermione, bajaron las escaleras evitando lo mejor que podían a la increíble cantidad de muggles que salían de allí, hasta que la pelirroja mayor notó a la castaña junto a sus padres.

En lo que se acercaban a saludar la castaña notó no sólo la presencia de la señora Weasley sino de una pelinegra bastante linda, a decir verdad, sorprendiéndose de tener nuevamente ese tipo de pensamientos sobre una mujer, llamó la atención de sus padres mencionando que ya estaban allí.

- Hermione, cariño – la señora Weasley la rodeo en un abrazo – es bueno verte

- Lo mismo digo, señora Weasley – asintió regresándole el abrazo – creo que ya conoció a mis padres

- Es un placer volver a verlos – estrechó su mano antes de mirar a la pelinegra – ella es Valkyria

- Un placer conocerlos, señores Granger – asintió estrechando sus manos antes de mirar a la castaña – un placer, señorita Granger

En cuanto sus manos se tocaron, la pelinegra no pudo evitar sentir que su corazón latía incluso más rápido de lo normal y cómo un leve cosquilleo le recorría todo el cuerpo, algo bastante extraño si se lo preguntaban; por lo que intento ignorar el sonrojo en la joven castaña para tomar sus pertenencias, desde luego que Molly sonrió al darse cuenta de la interacción de ambas, en lo que les explicaba a los padres de la chica que podría quedarse con ellos hasta que las clases iniciaran.

Al salir del metro cómo les había indicado Moody caminaron hasta un callejón algo alejado en dirección contraria marcado como seguro antes de desaparecer y aparecer a unas cuadras de Grimmauld Place, Molly estaba explicándole a la castaña el porqué de tanta seguridad. Al entrar la llevo con el resto de sus hijos, pero antes la pelinegra se ofreció a subir sus pertenencias hasta la habitación que compartiría con Ginny.

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