Blood

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Cuando todos se fueron a dormir, la pelinegra se recostó en el sofá observando por la ventana la noche, sin evitar escuchar el corazón tranquilo de Hermione en los pisos de arriba antes de sentir que Runa se acercaba para acurrucarse en su cuello...había estado junto a Hedwig desde que llegó y ahora necesitaba su dosis diaria de atención, sabía que en la mañana con todos despiertos tendría que tener la conversación pendiente con la castaña, ya no podía postergarlo más, aunque lo intentara.

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Paso toda la noche recostada en el sofá de La Madriguera escuchando el corazón de todos los integrantes del lugar, aprovechando para ducharse antes de que el caos comenzara con todos despertándose saludando a Bill y Fleur, su novia enterándose de que pensaban casarse el verano siguiente. En cuanto Molly se unió a ellos para comenzar a preparar el desayuno Val tuvo que tranquilizarla pues estaba enloqueciendo un poco por las ganas que tenía la rubia de ayudar en todo.

Harry fue el único que no había aparecido a desayunar pues por pedido de Molly estaba descansando más después de los últimos acontecimientos, así que cuando la francesa subió con la bandeja no quedó más alternativa que comenzar a explicarle lo que estaba ocurriendo al chico y lo que se había perdido por estar en Privet Drive. Claro que en cuanto la castaña vio a la pelinegra en la puerta de entrada no dudo en acercarse para preguntarle si podían conversar con más privacidad.

- Pueden aprovechar hasta que esté el almuerzo – Molly miró a ambas con una pequeña sonrisa

- Gracias, Molly – Val asintió mirando a Hermione – podemos caminar por el patio

- Claro – asintió acercándose a la chica

Caminaron con calma por los terrenos de La Madriguera escuchando a la distancia los gritos y que había dentro, hasta que Hermione decidió sentarse en una pequeña colina mirando con una pequeña sonrisa a la pelinegra para que se uniera a ella, después de su intercambio de cartas durante algunas semanas estaba realmente entusiasmada de poder conocerla más.

- Es bueno verte, Val – sonrió abrazándola con fuerza

- Opino lo mismo, Hermione – le regresó el abrazo

- Creo que nos debemos una conversación después de la última vez – la castaña decidió tomar el elefante que existía entre ambas

- No es un secreto que me gustas Hermione – vio la sorpresa en la joven, provocando una sonrisa en su rostro – sin embargo, tampoco lo es el hecho de que soy mayor que tú y un vampiro

- No hace falta que diga lo poco que me importa que seas un vampiro ¿verdad? – escucho la risa de la pelinegra sorprendiéndose por eso – hablo en serio, Valkyria

- Sé que sí, Hermione – tomó su mano con suavidad – pero eres menor en el mundo mágico, no quiero que ninguna tenga más problemas de los que ya existen

- ¿Eso qué significa? – sintió el frío de sus manos aferrándose a eso – Val

- Que no puedo ofrecerte más que mi amistad al menos por ahora – sonrió con suavidad – aunque sigo insistiendo en que no es posible que te guste

- Pues me gustas y mucho – apoyó su cabeza en el hombro de la pelinegra – y en unos meses ya no voy a ser menor de edad

- En unos meses pueden pasar demasiadas cosas – no podía creer lo terca que era la castaña junto a ella y no negaría que su corazón latía más fuerte que nunca por eso