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N.A: el último de hoy, no quiero asegurar nada, pero no creo que queden muchos capitulos para el final. Los leo en comentarios, saludos!!

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- Te quiero demasiado, amor – suspiró acurrucándose nuevamente en su pecho – vamos a poder con esta guerra y vivir en paz


- Creo profundamente que va a ser así – la rodeo mejor entre sus brazos deseando poder cumplir sus últimas palabras con el director

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Tanto Ron como Harry las dejaron a solas pues podían sentir que necesitaban ese momento, decidiendo preparar lo que les faltaba antes de tomar el expreso de Hogwarts. Al estar a solas la castaña se permitió acurrucarse mejor en el pecho de su novia, sintiendo las suaves caricias de esta en su espalda, disfrutando de ese instante de paz a pesar de que podían sentir en el aire el ambiente de guerra que se avecinaba con fuerza.

Hermione sabía que tenía que terminar de preparar sus cosas para regresar a casa antes de ver cómo harían para el año siguiente, quería permanecer ahí todo el tiempo que no tenían, así que se separó un poco mirándola a los ojos, ese gris que tanto amaba llenos de preocupación y de amor.

- ¿Lista para hablar con tu madre? – acarició su mejilla sintiendo sus manos acariciando su cintura

- No, pero sé que tengo que hacerlo – suspiró dejando un corto beso en sus labios – debe estar completamente atareada ahora que quedó a cargo de la dirección momentáneamente

- Entonces no esperemos más tiempo – se separó tomando su mano con seguridad sin importarle que alguien más pudiera verlas

Caminaron por los pasillos del colegio dándose cuenta del miedo y el apuro que tenían los demás estudiantes para bajar sus pertenencias para tomar lo más rápido que podían el expreso, necesitaban irse antes de que fuera demasiado tarde. Por lo que nadie parecía notar la burbuja en la que se sumergieron tomadas de la mano hasta la antigua oficina de Dumbledore, encontrándose con la profesora McGonagall una vez que les permitió el paso que caminaba de un lado hacia el otro conversando con los cuadros de los antiguos directores del colegio sobre que medidas tendrían que emplear a partir de ese momento.

Cuando su mirada se encontró con la de la joven pareja suspiró pidiendo un momento de privacidad a los demás quienes rápidamente se fueron para comunicar las cosas necesarias, las invitó a sentarse ofreciéndole un té a Hermione mientras que a su hija le entregaba un poco de sangre.

- Imagino que va a ser una conversación seria ¿verdad? – vio a su hija asentir – está bien, las escucho

- En realidad, necesito saber qué esperas que haga ahora mamá – suspiró aceptando la sangre – sé que Hogwarts ahora mismo no es un lugar seguro

- No hay nada más que quisiera que te escondas hasta que el peligro de la guerra acabe – buscó la mano de su pequeña para tomarla – pero sé que pedirte eso es imposible de cumplir

- No puedo esconderme cuando tú, mamá, Hermione y todas las personas que me importan corren peligro – negó rápidamente acariciando sus nudillos – tengo opciones, pero necesito que me digas que va a pasar con el colegio

- Ahora mismo no lo sé, cariño – suspiró mirando a ambas – todo es demasiado incierto, aunque el ministro haya intentado darnos cierta seguridad de que el próximo año todos van a estar a salvo

- En ese caso, supongo que lo más prudente sería presentar mi renuncia formal como guardabosques y ayudar a la orden con todo lo que necesiten – no tenía pensado involucrar a su madre si aceptaba acompañar a los chicos en su misión

BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora