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- Nos tienes a nosotros, Harry – acarició su cabello con suavidad – no vamos a dejarte solo

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Permanecieron a la vera del lago negro una vez que el pelinegro se tranquilizó y expresó en voz alta la conversación que había tenido con Dumbledore sobre la profecía, Val no entendía muy bien porque se lo estaba diciendo hasta que escuchó que el mismo director se lo sugirió, por supuesto era parte del plan en el que eventualmente te enterabas de estar participando.

No tenía mucho para decir en ese instante, sabía que Harry tampoco quería escucharlo, por lo que se quedaron en silencio hasta que se sintieron un poco mejor como para afrontar lo que quedaba de año escolar. La pelinegra mencionó que lo mejor sería que preparara sus cosas, pues al día siguiente tendría que tomar el expreso de regreso a casa de sus tíos, en lo que suspiraba para golpear la puerta de la oficina de su madre.

Se sorprendió de encontrarse a ambas allí, por lo que no tuvo más remedio de contarles exactamente lo que había pasado con Umbridge, vio sus ceños fruncirse y cómo mencionaban que de no haber sido enviada a Azkaban para enfrentarse a su propio juicio le lanzarían varios maleficios imperdonables por meterse con su pequeña.

- Ella tuvo su merecido con los centauros – se encogió de hombros – no necesito nada más

- ¿Qué va a pasar ahora, hija? – Minerva tomó su mano con preocupación

- Voy a acompañar a Harry junto al resto de la Orden para que sepan que nos tiene ahí y que sus tíos no lo molesten demasiado – sonrió de lado sin ocultar sus ojos a sus madres – averiguar como están los Tonks, mantener el perfil bajo durante el verano

- Quiero que vengas a visitarnos en casa – Poppy la miró con suavidad – queremos saber que estás a salvo

- Tengan por seguro que voy a verlas – besó sus mejillas antes de rodearlas con un abrazo – tengo que preparar mis cosas para mañana

Después del banquete de la cena, Dumbledore dio un pequeño discurso mencionando lo que El Profeta ya había confirmado por fin, que Lord Voldemort había regresado, pidiendo que tuvieran cuidado y tomaran todas las medidas necesarias de protección...invitándolos a regresar el año siguiente pues no había lugar más seguro que Hogwarts, aunque el trío de oro compartió cierta mirada de que las cosas más extrañas y peligrosas les ocurrieron ahí.

Hermione no pudo evitar centrar su atención en la pelinegra sentada junto a Hagrid en la mesa de profesores, aparentemente demasiado perdida en sus pensamientos, hasta que sus miradas se encontraron por un segundo y no pudieron evitar sonreírle a la otra, la única que se había dado cuenta de esto fue Ginny, quién sin dudas tendría que preguntarle a su amiga lo que estaba ocurriendo desde la última vez que hablaron.

Todos se reunieron la mañana siguiente en la estación para subir al expreso que los regresaría una vez más a su hogar, Val les dio un pequeño abrazo mencionando que los vería pronto antes de unirse a Hagrid quién parecía un poco emocionado por tener que despedirlos una vez más, con la promesa de reencontrarse meses después.

Se apareció a pocas calles de Kings Cross después de despedirse de su amigo semigigante, uniéndose raídamente a Lupin, Tonks y Moody que la miraban con cierto respeto después de haberse enterado por Snape sobre lo ocurrido con Umbridge y en el ministerio. No hizo falta que conversaran, antes de recibir a Harry bajando del tren con sus pertenencias, claramente feliz de verlos ahí abrazándolos.

- No pensaste que íbamos a dejarte solo ¿o sí, Harry? – Remus sonrió

- Gracias – asintió antes de ver a Val – llegaste rápido

BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora