N.A: Hola! Quizás haya tres extras más dependiendo de si les gustaría o no. Los leo en comentarios, saludos!
----
Año 2003.
Algunos años habían pasado desde que Hermione terminó Hogwarts, comenzando su arduo trabajo en el ministerio, escalando lentamente entre los escalones de áreas en las que sin dudas logró muchos cambios en poco tiempo. Por su parte, Valkyria se había encargado de plantar buenos cimientos en los estudiantes en ambas asignaturas que enseñaba, inspirada por su esposa había decidido traducir todos los libros que poseía sobre su naturaleza recopilándolos en uno solo que sirvió de aporte importante para el mundo mágico.
Sin mencionar el hecho de descubrir que su "veneno" servía como curativo de cualquier herida mortal o incluso enfermedad presuntamente incurable, por lo que con ayuda de Poppy solía donar ciertas cantidades a San Mungo con la intención de que se preparara la poción específica y de esta manera salvar muchas más vidas que antes se hubieran dado por perdidas. Atrás había quedado el miedo que tenían los magos hacia los vampiros milenio, sobre todo el desear cosas malas, ahora cada vez que se cruzaban a la pelinegra no tenían más que palabras amables incluso de admiración.
El tema de conversación por las noches cuando se encontraban en la cama después de hacer el amor, era ese deseo que crecía cada vez con más fuerzas en sus corazones sobre agrandar la familia, darle más vida a las paredes de su casa que solamente contaba con la presencia de ambas en algunas horas del día por los trabajos que tenían.
- Quiero que nos dejemos llevar, amor – la castaña acarició la mejilla de su esposa – no lo pienses, si te apetece morderme no te contengas
- ¿Estás segura? – la miró con cierto miedo en su mirada – sabes que jamás he probado sangre humana
- Confío en ti, Valkyria – tomó su rostro entre sus manos para que la mirara – sé que no vas a lastimarme
- Podemos crear una poción sintética con mi veneno, cariño – la miró intentando que cambiara de opinión – para que la tomes y de esa manera...
- No, amor – negó rápidamente atrapando sus labios entre los suyos – quiero hacer el amor contigo y que me muerdas ¿sí?
- Sí – asintió pues sabía que su esposa era demasiado terca
Las primeras veces que lo habían intentado a pesar de que Hermione mordía a su esposa no lograba que esta se sintiera segura de regresarle la mordida, lo que estaba haciendo que se pusiera un poco nerviosa pues pensaba que no deseaba convertirse en madre. Así que, hablando con sus amigas, incluida Tonks en esa reunión se propuso mantener a su pelinegra con ganas, sin sexo hasta que sintiera que era demasiado y vaya que tuvo que resistirse a sus encantos y esos ojos que amaba.
Dos semanas fueron suficientes para Valkyria antes de pedirle a su madre permiso para tomarse el día pues podía sentir que sus ojos estaban bastante descontrolados, así como sus emociones, Minerva se sorprendió pues no había visto de esa manera a su pequeña desde que tuvo que aprender a controlar la sed de sangre una vez que la mordieron.
- No sé qué está ocurriendo, Val – tomó su mano sintiendo que su cuerpo estaba ardiendo – creo que deberías ir a San Mungo
- No – negó rápidamente levantándose – necesito tomarme el día y hablar con Hermione
- Está bien, voy a disculparte con los estudiantes – asintió viendo que caminaba hasta la chimenea - ¿segura está todo bien?
- Sí, mamá – asintió sin saber que sus ojos brillaban casi de color azul – regreso mañana
ESTÁS LEYENDO
Blood
FanfictionLas cosas en el mundo mágico al pie de una guerra, sólo puede terminar bien con ¿amor?