Sr. Black

✨ McCarthy

"One Like You"

A pesar de que dije que la ida a la galería podría distraerme, es todo menos una distracción, el lugar está lleno, demasiadas personas para mi gusto, tengo indicios de tener fobia social, y estar en un lugar donde hayan muchas personas no hace más que ponerme nerviosa e incómoda, cuando estoy en lugares así en lo único que pienso es en regresar a mi casa, a mi habitación, en donde puedo estar segura de lo que sea que quiere hacerme daño.

Y sumándole a eso, siento qué hay que me observa desde lejos, una persona con una mirada profunda que le parece que yo soy más importante que todo el arte que nos rodea, aunque pienso que nada más se trata de una alucinación. Estoy viendo y sintiendo cosas en donde no las hay.

—¿Quieren algo de tomar? —les pregunto, llevamos casi dos horas aquí y no hemos comido nada y mi estómago me está exigiendo algo de comer, lo que sea.

—Yo quiero un chocolate caliente —me dice Nessa sin voltear a verme, desde que llegamos ha estado escuchando atentamente al guía, un hombre alto y bien vestido que va explicando cada una de las pinturas más famosas de la galería.

—¿Y tú, Rory?

—Vamos, te acompaño —le dijo a Nessa que iríamos a la cafetería por si quería acompañarnos pero a ella, prácticamente, le importó una mierda lo que hiciéramos o dejáramos de hacer.

—¿No te parece que esto ya lo habíamos vivido? —le pregunto a Rory cuando llegamos a la cafetería, pedimos nuestras bebidas y fuimos a sentarnos en lo que nos las entregaban.

—Si, definitivamente si —responde.

Porque en el pasado, también íbamos a lugares como estos, casi todos los fines de semana o cuando teníamos días libres, ya sea del trabajo o en vacaciones de la universidad.

Nessa siempre ha sido una fanática del arte, entiende mucho de eso y lo pone en práctica cuando le toca, pero a pesar de eso, justo como paso hace rato, pasaba años atrás.

Se concentraba tanto que Rory y yo desaparecíamos de su vista, porque lo único que le importaba eran esos cuadro con años de antigüedad, y nosotros entendíamos que era porque le gustaba, pero llegamos a un punto en el que nos hartamos, la acompañábamos siempre, pero al primer cuadro nosotros nos íbamos, ya sea a la cafetería o a fumar o a pasar el rato lejos de ella y el arte.

Siempre quería que nosotros le dijéramos al mundo que teníamos algo, pero ella no, no la quiero culpar tampoco estoy en condiciones de reclamar, pero Nessa nunca nos dio nuestro lugar cuando ella lo exigía todo el tiempo.

—Mantuvimos la esperanza aún sabiendo que ella nunca va a cambiar —dijo y yo asentí.

—Hablé con ella —le dije—. Le expliqué que nosotros no íbamos a regresar, le expliqué qué hay alguien más, que no siento lo mismo por ella, ¿y sabes qué me pidió?

Rory negó, ajeno a todo lo qué pasó con ella el día que nos emborrachamos.

—Me pidió que la besara —confesé, Rory se echó para atrás, reclinándose en el asiento—, y lo hice.

Rory se quedó en silencio, solo mirándome, más sé que, no me está juzgando, vamos, Rory jamás lo haría por muchas cosas malas que haga, es un sentimiento en el que nos apoyamos estemos bien o mal.