"Golden"
Un mes, ha pasado un mes desde que McCarthy se fue, todo ha sido tan extraño desde su partida, mi humor ha cambiado, me la paso de mal genio todo el día, las cosas no están saliendo como esperaba.
Creía que, si le decía a McCarthy que su contrato había finalizado ella diría nuevamente que se quedaría, que no importaba que el contrato ya hubiese terminado, que lo renovaría y seguirían las cosas como estaban.
Pero no, no fue así y estúpidamente cometí ese error, el error más grande, jamás me he equivocado, nunca lo he hecho, pero ahora, siento que arruiné todo lo que tenía.
—¿Qué mierda quieres, Bruno? —pregunté cuando escuché la puerta se tocada.
—Señor, disculpe que lo interrumpa —se excusa pero su sola presencia hace que me sienta explotar—. Ay alguien afuera que quiere hablar con usted.
Sé que no es ella, le di órdenes a Bruno de dejarla pasar si venia a la empresa, así que, no me importa quien sea la persona que esté allá afuera, que se vaya a la mierda.
—Te dije que no quería ver a nadie —y es que esto lo llevo haciendo prácticamente desde que ella se marchó, trabajo todo el día, todos los días sin descanso pensando infantil e imbécilmente que, ella en algún momento estará atravesando esa puerta y me dirá que es momento de irnos a nuestra próxima reunión.
Y aunque suene como un jodido idiota, quiero eso.
—Si, señor, recuerdo lo que dijo, pero él insiste en hablar con usted —me explica, pero sabe que intentar hacerme cambiar de parecer es como buscarle tres pies al gato.
—Si aprecias tu trabajo, será mejor que yo no vea a nadie —amenazo y Bruno no tiene culpa, pero mala suerte tener que ser el único que soporte mi molestia.
—Lo quieras o no, hablaras conmigo, Junior —Zackary habló adentrándose a mi oficina como el perro que es—. Tenemos que hablar.
Esa voz, esa maldita voz que es idéntica a la mía me tiene jodido, me tiene harto, solo de pensar en escucharla me pone de mal humor y todo me hace enojar aún más.
—Zackary —llamó en un bajo tono de advertencia, Eny no está hoy para detenernos, así que lo mejor es que se vaya, no quiero tener que rendir cuentas a la policía por el posible asesinato que cometa—. Vete, no estoy de humor para soportar tus mierdas.
—Ni, modo, te tocará soportar —me dice, lo veo caminar hasta sentarse en el lugar que normalmente Eny usaba—. ¿Dónde está Eny?
Un tic en el ojo se hizo presente al momento de escuchar ese nombre salir de su boca.
—Ella ya no trabaja aquí —digo, restando la importancia que verdaderamente tiene este asunto.
—¿Qué? —pregunta este imbécil como si no entendiera el inglés como se debe—. ¿Por qué ya no? ¿Qué le hiciste?
—¿Por qué asumes que yo hice algo? —le pregunto con molestia.
—Porque tu eres el causante de sus desgracias —dice irónico, con la obviedad más grande del mundo—. Eny no estaba bien contigo, así que lo más seguro es que tu hayas tenido algo que ver.
—Jódete —murmuro.
—No, jódete tú, nuevamente estás arruinando las cosas con tu jodido ego que no hace más que lastimar a las personas —me reclama como si supiera acerca de mi vida.
—¿Tú qué sabes? No me vengas con tus charlas de hermano porque no estoy para estar escuchando tus jodidos reclamos —no quiero escuchar algo que ya sé, quiero escuchar algo que me diga qué hacer en este caso, nunca tuve que correr de tras de nadie, siempre fue al contrario, siempre eran ellos los que corrían tras de mí, así que nunca me preocupé por eso.
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Sr. Black
RomantizmLos Ángeles lo llaman placer divino. Los demonios sufrimiento infernal. Los hombres... amor. Inicio: 4 de agosto de 2023 Fin: