CAPÍTULO 18

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La tenue luz en la habitación y la suavidad de la manta es lo primero que percibe al despertar, los recuerdo de lo ocurrido esa mañana le hacen llamar a su amigo.

-Wilson, Wilson- Llama con fuerza y trata de levantarse pero una mano lo detiene.

-Aquí estoy House- Dice el médico mientras lo insta a permanecer acostado y se sienta al lado.

-Gracias, me siento exhausto ¿todavía hay té?

-Si aunque esta frío puedo calentarlo.

-No, quédate un rato más puedes calentarlo después. Fue una buena idea el sofá-cama es muy útil deberías acostarte conmigo hay mucho espacio.

-Primero podemos hablar de lo ocurrido, estuviste dormido por horas.

-Es lo usual sabes cuánto me agotan mis ataques- House suspira mientras frota su cara- Gracias por estar aquí, es un alivio tenerte yo... estaba asustado por los recuerdos de ese tiempo.

-Ya no estás en ese lugar, estas aquí conmigo y hay una vacuna que te está dando tiempo extra para solucionar esta pandemia.

-Además de que no puedes contagiarte eres inmune.

-De todos modos incluso si no lo fuera, con la vacuna no puedes contagiar a nadie.

-Pero no durará para siempre las variantes están mutando y si me descuido con las dosis podría...

-Basta, incluso si te descuidas yo estoy al pendiente de ellas así que no te preocupes tanto todo estará bien confía en mí.

-Siempre, eres en quien más confío. Pidamos comida china y una de esas bebidas de té con leche.

-Está bien, ¿Qué vas a querer?

-El de pollo picante, creo que es Kung pao, un té verde con leche, fideos y dos rollos.

-De acuerdo, mientras pido nuestra cena tú elige algo para ver.

House hace lo dicho por Wilson y opta por una serie, cuando su colega regresa trae el té que quería consigo sentándose con él a mirar la serie.

Departamento de Cameron

-Los extraño tanto, no saben cuanta falta me hacen- Dice Cameron con lágrimas a una foto donde están un hombre cargando a una niña muy pequeña.

Llora mientras abraza la foto por un rato para después dejarla encima del buro se levanta a lavarse la cara y procede a irse a dormir diciendo buenas noches a la nada, finalmente apaga la lámpara a su lado.

Entre la enfermedad y el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora