CAPÍTULO 51

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-¿Estás diciendo...?

-Sí, lo he pensado y me di cuenta que deseo más de ti. Lograste tocar mi corazón Gregory... también mi lujuria.

Ambos se ríen sin dejar de mirarse, House se acerca primero y Wilson lo encuentra mitad de camino en el ósculo que marca el inicio de algo nuevo entre ellos. Las manos se sueltan y se enredan en el cuerpo del otro, su pasión fluye haciendo más codicioso su beso que solo rompen para tomar un respiro antes de continuar con su afecto.

No saben cuánto tiempo paso ni les importa cuando por fin se separan sintiéndose saciados por el momento. Los labios se mantienen abiertos para recuperar aire, sienten los latidos del corazón agitados y sus mejillas gozan de un sonrojo revelador pero es el brillo de sus ojos los que dan un gran impacto de su nuevo estatus.

-¿Puedo llamarte novio ahora?

-Novio, cariño, Jimmy y tal vez mi vida. Te llamare como quiera así que no veo el problema con ello...cariño.

-Eres astuto James, un novio muy astuto.

-Tu charla dulce no es suficiente para conseguir tus objetivos, esfuérzate más...mi amor.

House suelta un vergonzoso gemido y siente sus piernas débiles antes el apodo cariñoso de Wilson, un calor se extiende por su cuerpo haciéndole sorprender del poder que Wilson tiene contra él.

-Eres peligroso James, me encanta.

Un golpe en la puerta interrumpe el momento de la pareja y House gime con disgusto ante ello deseando que la persona al otro lado desaparezca pero no tiene suerte ya que la voz de Cuddy pronuncia el nombre de su novio.

-Creo que tendrás que esperar a que termine nuestro turno.

-No hay remedio, pero esperar tres horas será eterno.

-No seas infantil y no ofendas a nuestra jefa.

Wilson abre la puerta para ver a una muy molesta Cuddy que rápidamente se percata de House antes que este se apresure a salir sin mediar palabra.

-Disculpa el retraso Dra. Cuddy, pase, ¿a qué se debe su visita?

Cuddy mira con detenimiento a Wilson antes de hablar.

-Veo que el Dr. House lo entretuvo bastante.

-Ya sabe cómo es pero no se preocupe no descuido a mis pacientes por él.

-Si supongo que no; hay un paciente con cáncer que desea ser atendido por ti, consultorio 4.

Entre la enfermedad y el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora