[ 𝘼𝙠𝙞𝙧𝙖... 𝙮 𝙡𝙖𝙨 𝙧𝙚𝙙𝙚𝙨 𝙨𝙤𝙘𝙞𝙖𝙡𝙚𝙨 ]

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Se había levantado, estaba bastante feliz, hoy podría ver a su hermana y sabía que ya estaba mejor, ella se veía más feliz y estable, aunque los psiquiátricos le mencionaron que su trastorno no tenía alguna cura, podría aprender a vivir con el, eso era suficiente para el.

Ya había tomado el autobús para ir hacia allá, hasta que sintió una vibración en su pantalón, sabía que era su teléfono y lo saco, era un mensaje de Yashuniro, que lo invitaba a una salida con una amiga más de el, eso le parecía bastante emocionante así que accedió.

Llego al centro, dónde veía por fin a su hermana, estaba sonriendo mientras veía una pulsera que tenía.

— ¡Akira! ¡Akira! Acá —Movia sus manos de un lugar a otro, le causaba eso una gran felicidad, aunque en sus manos estaban esas horribles cicatrices....

"¡NAIKO! ¿QUÉ HAS HECHO?!"

"NAIKO TUS MUÑECAS".

"NAIKO... NO POR FAVOR..."

"TAIGA-SAN AYUDEME POR FAVOR".

En su mente había vuelto a esa escena, dónde su hermana intento suicidarse, cortándose las muñecas.

Su mente había visto la sangre en sus manos otra vez, esa sensación de culpa no se iba, si hubiera sido más cuidodoso...

No, no iba a darle vueltas a eso, ahora simplemente hablaría con su hermana.

— ¡Naiko! —Se acercó a ella y le dió un abrazo— Vaya, si que haz crecido.

— Bah~ ¡Que va! Sigo estando igual, pero tú.. tu estás más alto —Inflo sus cachetes algo molesta— Eres tan alto que molesta.

— No digas eso, tampoco es tanta la diferencia —Suspiro mientras veía la pulsera— ¿Y eso?

— Ah ¿Esto? —Le enseño la pulsera y una sonrisa boba se formó en ella— Me la dio Tsubame-san —Empezo a dar vueltas en su mismo eje, bastante feliz, como una colegiala enamorada—.

— Ah, Tsubame, tu amiga ¿No? Algún día espero conocerla —En parte se sentía feliz porque su hermana tenía a alguien con quién hablar, supuso que eso haría las cosas fáciles—.

— ¡Te comenté que te dejan pintar! He hecho bastantes pinturas, estoy feliz de verdad —Y formó una sonrisa que hacía tanto tiempo no veía, una sonrisa llena de alegría, ternura y paz, no aquella sonrisa burlona que parecía ser su favorita ahora—.

— No, cuéntame más ¿sí? —Sonrio, sintiendo la felicidad que su hermana sentía en esos momentos—.

Paso un tiempo, la conversación siguió, Akira le había llevado unos pastelillos los cuales comieron juntos, a pesar del entorno se sentían como los buenos hermanos que eran, estaban felices, hasta que la hora de visitas acabo y se tuvo que ir, algo en el le decía que el alta estaba cerca, con eso en mente podría seguir su día.

Después de eso fue al restaurante, según el nuevo mensaje de Yashuniro la reunió sería hasta la noche, por ende tendría tiempo para trabajar y convencer a Taiga que podría entrar a su cocina sin quemarla.

— Vamos Taiga-San, ya puedo cocinar, déjeme ayudarla en la cocina —Parecia estar haciendo un puchero, pero Taiga simplemente negaba—.

•°•° Demontha no boken < Tomo 2 > •°•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora