•°•° Demontha no boken < Tomo 2 > •°•°

𝕄𝕚 𝕞𝕖𝕛𝕠𝕣 𝕒𝕞𝕚𝕘𝕠...?

Te encontrabas en una cama de un hotel de mala muerte, te levantaste de a poco, dandote cuenta que aun estabas con aquellos chicos de cabellera rosa, eso es parte de hizo sentir tranquilo.

Te paraste mientras veias un calendario, cuatro de marzo, hoy era tu maldito cumpleaños.

— Oh, hoy soy un año más viejo —Te reíste un poco por eso, aunque no te diste cuenta cuenta Akira ya se habia despertado—.

— ¿¡Hoy es tu cumpleaños?! —Habia gritado aunque por eso mismo tapaste tus oídos—.

— No grites así, me lastimas —Lo volteaste a ver aunque después suspiraste— No es la gran cosa.

— No es la gran cosa, ¡Debes de celebrarlo! —Se había parado con estusiasmo y para estos puntos Naiko ya se habia despertado—.

— ¿Quién es el que está más viejo? —Estabas bastante adormilada, aunque aún asi podías entender bien sus palabras—.

— Nunca he celebrado mi cumpleaños, así que no se molesten en hacerlo ahora —Finalizaste tu oración, con bastante indiferencia—.

— ¡Claro que no! —Te agarro de la manos, mientras sus miradas se juntaron— Hoy vas a tener el mejor cumpleaños que podamos hacer.

— Muchas gracias, ¿Pero exactamente que es lo que harán? —Te estabas riendo mientras que Naiko miraba a su hermano—.

— ¿Exactamente que es lo que haremos? —Resaltó tus palabras, aunque Akira dejaba de soltar tus manos—.

— Oh bueno, Ciro salte, todo debe de ser una sorpresa.

— Bien, ya me corrieron, ¡Me voy! ——Atacaste la orden de irte mientras toda la sala se llenaba de risas—.

Decidiste caminar un poco, saliendo del hotel, aunque probablemente esa fue la peor idea de todos, después de todo delante tuyo estaba un trabajador de tu madre.

— ¿Qué diablos es lo que quieres? —Tu voz sonaba bastante irritada, ¿Por qué hoy tenían que venir esos imbéciles?—.

— La señora Fukui me mando a traerlo —Si respuesta era corta, pero eso te daba una gran información, tu madre no había olvidado aquella fecha—.

— Dile que se joda —Chasqueaste la lengua, mientras que te ibas a ir, pero entonces sentiste que tomaban tu brazo con fuerza— ¿Qué haces?

— No es una petición —En momentos como estos maldecias ser tan debil, nunca podrías salir de ese agarre—.

—Aun así lo intentaste pataleando— ¿¡Por qué ella quiere verme?! —Sin darte cuenta tus brazos ya habían Sido privados de su libertad—
— Es algo acerca de un trato —Al oír esas palabras dejaste de luchar y al contrario solo seguiste caminando por tu cuenta—.

— ¿Un trato? Oh, y justo en mi cumpleaños —Te veías desanimado en gran medida, después de todo, sabías que era acerca de Naiko y Akira, te sentías tan mal por dentro—.

— Veo que parece cooperar —Fue un alivio para aquel hombre, lo podías ver en su cara—.

— No me queda de otra ¿O si? —Lo miraste con una sonrisa pícara, aunque sabías que entre más rápido podías volver antes—.

Después de caminar un rato, te preguntabas cuál quería la excusa que le pondrias a Akira y Naiko para disimular el hecho de que ya no estabas.

Aunque saliste de tus pensamientos al ver que habían llegado a una especie de cuarto oscuro.