•°•° Demontha no boken < Tomo 2 > •°•°

𝐿𝑎 𝑖𝑟𝑜𝑛𝑖𝑎 𝑑𝑒 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙 𝑑𝑖𝑎 ";"

"Si tan solo pudiera hacer un trato con Dios, oh cariño, te juro que a tu vida le pondría los años de la mía"

— Te veo demasiado distante —Hablo aquel hombre, el cual se veía curioso por tu comportamiento—

— Lefebvre —Ese nombre sonaba tan raro en tus labios, ni siquiera eras capaz de llamarlo por su nombre— Ah, ¿harás algo mañana?

— Necesito un traductor todos los días ¿Sabés? —Claro, habías olvidado que estaban hablando en francés, que no era aquel japonés tan fluido que deseabas que fuera— Pero, nada relevante, ¿ibas a hacer algo?

— ¿Sabías que mañana es el día de la prevención del suicidio? —¿Por qué no podías decir que solo era tu cumpleaños?—.

— No lo sabía —No ibas a esperar alguna felicitación, o algo por el estilo— ¿Vas a ayudar a una campaña? Podría ir contigo —Mentirle ya era hasta un punto adictivo, lo cual no te alegraba—.

— No gracias, es algo más personal —Y el cómo siempre respetaba ese límite— Aparte me pagas una miseria, es lo menos que merezco.

— No debí de hacer que el hablara contigo —Suspiro mientras tomaba tu hombro— Pásala bien.

— Si...

Tu cuarto era un desastre, estabas durmiendo sobre algunos cuadros los cuales nunca ibas a terminar, acariciabas aquel bello lienzo que tanto recuerdos te traía.

Tu amado Takeo que ya no estaba contigo, había muerto y tú no habías hecho nada para poder salvarlo.

Si, así era la situación, no podías hacer mucho más, no podrías hacer que Takeo se curará, pero si ayudarlo en lo que pudieras

Aún así no lo hiciste, tu cumpleaños era un mal sabor de boca para ti, después de todo era la prevención del suicidio.

La prevención del suicidio para alguien que lo que más anhela es morir para poder descansar.

Sin duda alguna empezabas a creer que la capacidad para llorar se había ido de tu cuerpo, porque lo querías hacer, pero no lo hacías.

Probablemente deberías de dormir, y así lo hiciste, caiste inconsciente, tu cuerpo simplemente ya no quería responder.

— Akira, ¿Seguís vivo? —Te preguntó Luna mientras jalaba un poco tu cabello—.

— Ojalá no fuera así —Murmuraste de mala gana mentiras te levantabas— ¿Ya estamos en once de septiembre?

— ¿Por qué te saltaste un día? —Se poso sobre tu hombro, mientras tu solo estabas somnoliento, mirándola con mal gusto—.

— No quiero celebrarlo, ¿Sabes? —Te levantaste mientras podías sentir el peso de aquel cuervo—.

— No lo veo posible, así que bueno, puedes ir con ese ¿Leveif? ¿Livef? ¿Lovecraft? —Seguias sin entender porque nadie podía decir bien su apellido Pero si su nombre correctamente—.

— Lovecraft es un escritor, y su apellido es Lefebvre —Suspiraste mientras ibas a tu armario a cambiarte— Y le pedí el día libre.

— Sigo sin entender como no te ha despedido —Se apartó de su hombro comenzando a arreglar un poco tu cuarto—.

— Es la misma mierda que me preguntó yo —Te quitaste la camisa lanzando a algún otro lado, luego arreglarias eso—.

— Supongo que se pico contigo, lo cual veo que no te gusta —Era una voz burlesca, aunque aprovechaste que no veía para poder tomar una pastilla—.