Hace muchos años atrás, en un lugar un tanto lejos de ahí, había una bella chica de cabellos rizados, color café pero parecía que eran rubios, sus ojos azules profundos, con una piel pálida como porcelana, era una bella chica, la cual con su sonrisa cautiva a cualquiera.
Pero eso no era lo mejor de ella, se podría decir que era una persona que podía saber tu pasado, presente y futuro, leyendo las cartas, manos, pero probablemente lo único que llamo la atención del otro chico, era que podía ver el hilo rojo de los demás.
Aquella dama siempre tenía una sonrisa bastante grande ayudando a todos, con un vestido blanco con encaje dorado, siempre sentada y diciendo lo que los demás querían oír, lo que los demás querían de ella.
Aún así ella no era feliz, los maltratos físicos eran constantes, solo servía para poder generar dinero en su familia la cual era de pobres.
Diablos, aquel que se le considero un don especial y particular era ahora su mayor maldición.
Encerrada en una torre, mientras siempre miraba la ventana, jugando con aquel hilo rojo que tenía, siempre se había preguntado si alguna vez iba a estar con su destinado.
Pero había veces que ese hilo rojo ya no existía, simplemente estaba roto, dando a entender que su destinado había perecido.
Un día de tanto jugar con ese hilo, este había Sido roto, algo que desolo a su corazón, estaba hecho, era su destino, se iba a quedar sola el resto de su vida.
Dormía mientras lloraba, se ahogaba en sus lamentos todos los días, mientras deseaba que alguien viniera a salvarla.
Por otro lado había una persona con un buen corazón, pero que fue congelado por una transformación demoníaca, de manera literal.
Su nombre era Akifumi, su cabellera era tan larga que llegaba hasta el suelo, un color rosado era el que tenía, su piel, era de color morada con unas manchas de color rosa pastel, sus ojos eran los de un gato, negros con una pupila amarilla en ellos.
El estaba perdido en todos los sentidos, no sabía a donde ir, no sabía que sentir, lo único que podía hacer era sobrevivir, hasta que escucho el rumor de un alma que podía ver el hilo rojo.
Tenía fe en que cuando encontrara a su destinado podría entender todo, podria ser de verdad feliz.
Con dedicación en mente, fue aquella torre en dónde las personas decían que estaba aquella dama que podía ver el hilo rojo.
Así que, haciendo una matanza en aquellos que protegían la torre, todos gritaban para que sacarán a la dama, pero era en vano porque Akifumi les cortaba el cuello.
Todo estaba lleno de sangre, las paredes, eran cientos de hombres muertos, pero no le daba importancia, tan solo lamía sus manos llenas de sangre.
— ¿Quién eres? —Tartamudeo una mujer, estaba temblando mientras tenía cerca de su pecho una daga, la cual parecía querer clavarsela—.
— Akifumi, un gusto, pero la necesito a ella —Al decir eso una especie de estrella salió de su mano haciendo que fuera clavada en el cuello de la mujer, haciendo que muriera— Dónde estarás princesa —Susurro para si mismo, hasta que se encontró una puerta donde decía el nombre de "Cirian", suponiendo que era de la chica lo abrió—.
ESTÁS LEYENDO
•°•° Demontha no boken < Tomo 2 > •°•°
De TodoYa a la chingada, me acabe el libro ¿Qué más quieren saber? No creo que entiendan si no han visto el primer libro y mucho menos si no han estado en el rolplay. pero bueno, personajes traumados que intentan superar sus traumas pero mueren la mitad y...