Ya a la chingada, me acabe el libro ¿Qué más quieren saber? No creo que entiendan si no han visto el primer libro y mucho menos si no han estado en el rolplay.
pero bueno, personajes traumados que intentan superar sus traumas pero mueren la mitad y...
a era de noche, y era una de las partes menos favoritas de Akira a la hora de cuidar a sus hijos.
Para hacer que esos dos se durmieran era hacer un sin fin de malabares, pero ese día se apiadaron de su pobre alma y cuando llegó ya estaban dormidos.
— Jugaron todo el día y se cansaron —Naiko te había hablado mientras se reía por tu situación—.
— Eso me alegra —Suspiraste mientras cargabas a Sunny— Que lindos se ven así.
Te sorprendió el hecho de que no se haya despertado, así que fuiste a colocarla en su habitación y de manera inmediata a Hishou.
Pensabas en dormir un rato más, y así lo hiciste, aquellos momentos eran hermosos, un descanso en verdad reconfortante antes de volver a matarte trabajando y cuidando a los niños.
Pero aún así, no estabas arrepentido de tu decisión, lo amabas demasiado, podrías vivir asi siempre.
Te despertaste porque sentías que alguien te jalaba, ladeaste la cabeza y viste a tu querido niño con su adorable mameluco de dragón.
Bostezazte un poco, mirando fijamente su cara, estaba llorando y eso te preocupó en gran medida.
— ¿Pasó algo malo? —Y el empezó a asentir, abrazando tu mano con firmeza—.
— Tuve un sueño muy sombrío —Asi que te paraste y lo cargaste, para que el pudiera juntar su cuerpo con la calidez del tuyo, lo cual parecía calmarlo—.
— Son solo sueños, no son reales —Empezo a mover su cabeza de manera negativa—.
— Y que tal si aquella que digo que es una pesadilla, ¿es en realidad una visión de un futuro lejano? —A veces te preguntabas de donde había sacado tanta ansiedad, ah, de ti ¿Verdad?—.
— Uh, bueno, si haz tenido esa visión, podremos saber cómo actuar ¿No crees? —Sus ojos empezaron a brillar, como si estuviera fascinado con tus palabras sin sentido—.
— Entonces, ¿Nunca te irás de mi lado? Es que —Parece que estaba apenado, por la manera en cubría su cara con sus manos— Sunny se iba, y en un momento todo se volvía negro, no podía moverme, ¡me habían hechizado! Y, no había nada, parecía que estaba en el mismo vacío, tenía tanto miedo, solo quería estar contigo —Al decir esas palabras se aferró más a ti, a lo cual empezaste a acariciar su cabello—.
— No me iré de tu lado, mi Hishou, estaré contigo todo el tiempo que me necesites.
— ¿En serio?
— Claro.
— ¡Pero juramelo por tu alma!
— Uh, y eso haré, te lo juro por mi alma —Las risas infantiles llegaron, parecía que estaba más calmado— ¿Deseas dormir? Te protegeré con un encantamiento que te hará soñar cosas bellas.
Estaba tan emocionado por eso mismo, tapándose con la cobija que tenías.
Claramente no te hubiera molestado vivir así ¿Por qué simplemente ella no dejaba de arruinar tu felicidad?
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