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¡Nuestro lema será luchar!
Somos los mega-torpes
¡Luchar, luchar!
Mientras corriendo vamos ya
¡Somos las futuras promesas!
Del nuevo mañana.

¡Lucha! ¡Lucha! ¡Lucha!
Hasta que tú cuerpo no pueda más
¡Lucha! ¡Lucha! ¡Lucha!
Hasta que me hayas derrocado
¡Lucha! ¡Lucha! ¡Lucha!
Hasta que tus metas hayas alcanzado

No debes de temer
Aquí estoy yo, que temeroso soy
Talento no he de tener
Y mi movimentos torpes son

¡Lucha! ¡Lucha! ¡Lucha!
Hasta que tú cuerpo no pueda más
¡Lucha! ¡Lucha! ¡Lucha!
Hasta que me hayas derrocado
¡Lucha! ¡Lucha! ¡Lucha!
Hasta que tus metas hayas alcanzado

Correremos y bailaremos
Hasta que el mundo acabe
Cuando todo el camino
Sus frutos han dado.

Porque aquí estaré
Tomando tu mano
Hasta que tus metas
Hayas alcanzado
Mi amor

Hoy presentamos;

Combate y exhibición





Había pasado un tiempo en el que estuvieron en ese bosque, así que Emiko pudo conseguir otro de su pokemon, un maril.

Mientras tanto Ayün parecía ya estar harto de tener a Emiko y Altair juntos, eran un desastre con patas, se la vivían gritando, insultando entre otras cosas.

Después de mucho llegaron a ciudad Noveret, donde los chicos fueron corriendo al centro pokemon, algunos compraban pociones y pokebolas.

— Uh, tío Yuudai, ¿entonces podría convencer al tío Katashi de darme algún fósil? —Parecia que un chico de su edad estaba hablando con algo de nerviosismo—.

— Bueno, podría hacerlo, pero te tengo un trato —Una voz serena se hizo presente— Venceme en el gimnasio y consigue la medalla.

— Claro, tampoco lo esperaba gratis —Se escucho unas pequeñas risas, parecía que se tenían mucha confianza—.

— Bueno, espero puedas vencer a tu tía, te tengo fe chico —Finalizando esas palabras, la platica termino—.

— Si... yo también quiero ganar —Se formó una sonrisa en su cara, hasta que fue interrumpida por un abrazo—.

— ¡Kosei! ¡Kosei! —Era una voz animada la que lo llamaba— ¿Me veras en el concurso?

— Claro que si Caroline —Sonrio mientras le devolvía el abrazo— A ti y a Sayaka, no podría dejar a mis amigas.

— Ya empezaron con sus cosas raras —Sayaka hablo, burlándose de ellos, aunque Kosei se sonrojo—.

— No digas eso... solo somos amigos —Bajo la voz, separándose de Caroline— Bueno, ahora debería de ir al gimnasio, para poder ir a verlas.

— Claro, papá estará esperando... creo que iré a ver a mamá también —Acabo de hablar, mientras se dirigían al respectivo gimnasio—.

Mientras tanto, se podría ver a Emiko caminando junto a Ayün, pues Altair quería algo de privacidad para llamar a su padre.

•°•° Demontha no boken < Tomo 2 > •°•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora