𝑈𝑛 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑜

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— Kosei, ¿Por qué no te declaras a Caroline? —Sayaka murmuró mientras garabateaba su libreta, su amigo al instante grito— Oh, que respuesta tan predecible.

— Lo haces ver tan fácil —Suspiro mientras se acercaba a ella— Como garabatear en esa libreta.

— Un poco, solo dejo que fluya —Dejo la libreta y lo miro— Me gustas.

— Amo a Caroline —Bajo la mirada mientras Sayaka asentía—.

— Así dile —Despues miro a Sayaka otra vez— Te amo.

— ¿Por qué lo haces ver tan simple? —Suspiro, mientras Sayaka reía—.

— Porque lo es, las palabras son otra rama del arte, y yo amo el arte —Sonrio mientras tomaba su libreta yendo hasta atrás—.

— Me sorprende que esa cosa tenga un orden —Hablo mientras Sayaka alzaba los hombros—.

— Adelante dibujos, en medio partituras y atrás poemas —Sonrio, mientras le daba el cuaderno—.

— ¿Esto que? —Miro a la chica mientras leía el poema—.

"Amada mía, amada mía
Tus labios carmesí
Tu piel de porcelana
Cabello de seda
Y ojos de zafiros.

Me vuelves loco
Loco de amor
Asi que aceptame
Porque de ti me enamore
Desde mis días de niñez".

— Es lindo, ¿Pero para que? —Miro a la chica otra vez—.

— Dedicaselo, sería un buen regalo de cumpleaños —Sonrio aunque Kosei nego—.

— No puedo decirle a Caroline que me gusta, a ella no le interesan esas cosas —Bajo la mirada, aunque solo rio— Caroline esta bastante metida en los deportes y no en el amor.

— Aunque lo dudes, Caroline también ama los romances —Sin más se levantó—.

— ¿A donde vas Sayaka? —Alzo la voz, mientras ella solo ladeaba la cabeza—.

— La olvidadiza soy yo, hoy es su cumpleaños —Sonrio mientras reía por la reacción del chico—.

— ¡Maldita sea! Tengo que regalarle algo —Sin más también se levantó mientras se iba corriendo—.

Su teléfono estaba sonando, era su padre pero el tan solo estaba viendo que podría regalarle a Caroline, había visto varios peluches, pero ninguno le convencía.

Hasta que vio un peluche de un gato con una luna en manos, ahí te diste cuenta que podrías declararte a ella por ese medio, aunque sea de manera indirecta.

Sacaste tu teléfono, era tu padre, el cual te dignaste a contestar.

< ¿¡Dónde estás?! >

< Afuera, ire a la casa de Caroline >

< ¿Para qué? >

< Hoy es su cumpleaños, la quiero felicitar >

< Esta bien, si quieres quédate a dormir con Koro >

•°•° Demontha no boken &lt; Tomo 2 &gt; •°•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora