PRÓLOGO

25 8 0
                                    


- ¿Podrías hacer silencio por una vez en tu vida? ¿Es que acaso no puedes mantener la boca cerrada durante un solo minuto? - Hizo una pequeña pausa - Me vuelves loco. En serio. Me mareas con tantas palabras. - Dio otro paso hacia mí - ¿Por qué siempre tienes que opinar sobre todo y no puedes mantenerte callada una sola vez?

Su proximidad hizo que se me erizara la piel.

-Tú no me dices lo que tengo que hacer. - Tragué en seco cuando acortó más la distancia entre nosotros.

-Ves, como no puedes estar callada ni un segundo. - Suspiró pesadamente. - ¿Quieres saber por qué te besé en el claro? Porque no aguantaba más tu parloteo. Porque me vuelves loco con solo abrir esa maldita boca que tienes. - Cerré los ojos, pero podía sentir su aliento sobre mis labios. - Y si vuelves a decir una sola palabra, volveré a besarte.

Abrí los ojos, sorprendida. Su boca estaba a dos cortos centímetros de la mía. Si solo me inclinaba un poco hacia adelante podría, yo podría...

Entonces se alejó y me dio la espalda, cortando toda cercanía entre los dos.

-Eres un idiota. - Murmuré.

Y en menos de un segundo ya se había dado la vuelta y venía hacia mi hecho una furia. Sus ojos azules parecían negros y yo solo supe quedarme en mi lugar cuando me agarró del cabello y tiró del él hacia atrás para besarme.

Alas de oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora